Los analistas predicen que en el año 2020 más de 7.000 millones de personas vivirán conectadas a 30.000 millones de dispositivos y habrán producido un volumen de datos de 44 billones de Gigabytes. Estas cifras surgen como producto de la actividad de una nueva generación de ciudadanos digitales que viven siempre conectados a una red global. Cada vez estamos más inmersos en la red e interactuamos en un ecosistema de información en continuo crecimiento. Somos parte de la Generación de la Información, un término acuñado por EMC, que ha patrocinado un estudio que analiza el impacto de esta creciente comunidad mundial de ciudadanos digitales.
Si tenemos en cuenta los resultados del citado informe, titulado The Information Generation: Transforming The Future, Today, y que recoge las opiniones de 3.600 directivos de grandes empresas en 18 países, se observa cierto desconcierto en la forma en la que estas corporaciones están asumiendo el cambio de paradigma provocado por la nueva sociedad digital.
Si las previsiones se cumplen -y todo apunta a que así será- está claro que las empresas van a tener que aprender a gestionar y a extraer el valor de esa fuente inagotable de riqueza que es la información.
El estudio desvela que más de la mitad de los encuestados, el 52%, afirma que su empresa no está utilizando los datos que obtiene y posee de forma eficaz, y que en estos momentos se encuentran desbordados por una sobrecarga de información. Un 49% dice no saber cómo convertir todos sus datos en información útil y solo un 30% está siempre conectado.
En este estudio también se pregunta por las capacidades empresariales decisivas a la hora de alcanzar el éxito en esta nueva sociedad digital. Prácticamente todos se muestran de acuerdo con que para ello resulta fundamental tener la capacidad de adelantarse a las oportunidades del mercado, ser transparente y fiable, innovar de forma ágil, ofrecer experiencias personalizadas y, por último, ser capaces de operar en tiempo real.
Sin embargo, cuando se les pide que valoren el estado de esas capacidades en sus propias organizaciones, son muy pocos los que afirman no tener dificultades para alcanzarlas. Solo el 12% se siente capaz de detectar nuevas oportunidades con antelación; un 9% innova ágilmente; un 14% se considera transparente; un 11% ofrece experiencias personalizadas y tan solo el 12% opera en tiempo real.
Estos directivos también son conscientes de que sus clientes tienen, en estos momentos, un acceso a la tecnología que les ha hecho cambiar en la forma en la que interactúan con ellos, volviéndose más exigentes y esperando poder acceder a los servicios que se les ofrecen de forma inmediata, en todo momento y desde cualquier dispositivo.
Cuatro megatendencias para la transformación
Es en esta realidad donde surge el concepto de “Generación de la Información”, formada, como apuntábamos anteriormente, por una comunidad de ciudadanos digitales que viven, se relacionan y trabajan en una red global, que están siempre conectados y que tienen acceso a una cantidad de información que resultaba impensable hasta hace muy poco tiempo.
Visto lo anterior, parece claro que para que las organizaciones consigan competir en el nuevo entorno digital deben ser capaces de abordar una transformación que afectará prácticamente a todas y cada una de sus operaciones, si tal como se dice en el mencionado estudio, el valor dejará de estar en los productos y servicios para pasar a residir en la información que generan. Es decir, deberán abandonar sus planteamientos más tradicionales para poder redefinirse y pasar a adoptar, tal como lo han hecho ya sus clientes, una mentalidad digital.
Todo apunta a que esta necesaria transformación va a estar protagonizada por cuatro mega tendencias: Big Data, Movilidad, Social Business y Cloud Computing. Las cuatro forman parte de la misma realidad y por ello parece complicado prescindir de cualquiera de ellas.
De esta forma, las herramientas de Big Data ya están permitiendo a las organizaciones gestionar recursos, anticiparse a las necesidades del mercado y tomar decisiones de forma más rápida. La Movilidad ha derribado las limitaciones de horarios en el acceso a los servicios para los usuarios, así como en sus comunicaciones con las empresas. Las redes sociales también han reconfigurado los patrones tradicionales de comunicación y de transparencia en las organizaciones. Y la Nube consigue que la tecnología sea más accesible y más flexible, dejando de aparecer como un límite para el desarrollo de la actividad al hacerla más accesible para todos.
Estas cuatro mega tendencias ya están resultando claves a la hora de encajar las expectativas del consumidor de la Generación de la Información con las estrategias empresariales y sus capacidades para alcanzar el éxito: Detectar nuevas oportunidades, reacción en tiempo real, diferenciación e innovación, transparencia, compromiso, entrega de experiencias personalizadas y disponibilidad 24/7.
En definitiva, en el estudio de EMC se apuesta por una evolución hacia una realidad definida por un ecosistema de información cada vez más intuitivo, transparente y personalizado. En base a estos cambios, también la tecnología evolucionará cada vez más hacia entornos de datos abiertos y hacia sistemas que ya no se quedarán en el análisis de los datos, sino que se ocuparán también de la toma de decisiones… La tecnología, una vez más, va a ser el factor fundamental a la hora de redefinir las experiencias del usuario en un amplio sentido de la expresión. Va a ser el factor clave a la hora de hacer realidad nuevos modelos de negocio capaces de transformar la manera en la que afrontamos todas y cada una de las situaciones de nuestra vida, tal como hasta ahora la hemos venido entendiendo.