No se trata de presentar un horizonte apocalíptico sino de mostrar una realidad emergente y disruptiva que se sustenta en las nuevas potencialidades que ofrecen los avances tecnológicos. Los CIO son conscientes de que el viaje ha comenzado y quien no se suba al tren lo perderá para siempre. En este desafío, no podemos limitar nuestro pensamiento a la evolución de los negocios y de la tecnología, sino que debemos apostar por una revolución en el pensamiento.
La interacción de las megatendencias y de las tecnologías emergentes nos indican que no basta con hacer mejor las cosas sino que hay que hacerlas de manera diferente, si queremos sobrevivir en el mercado. Asistiremos a un periodo de ‘creatividad destructora’ y, al mismo tiempo que un gran número de modelos de negocio tradicionales se enfrentan a la obsolescencia, aparecerán nuevos paradigmas de valor, apoyados en una información contextual enriquecida. Los CIO deben tomar consciencia de esta nueva realidad e iniciar cuanto antes la transformación digital y asegurar, así, el futuro de sus organizaciones.
El reto de los CIO según la visión de Atos
El nuevo horizonte presenta no pocas contradicciones y paradojas. Si a nivel macro el foco ha estado en la globalización, la recentralización y las economías de escala, en el ámbito de lo micro se profundiza en la frag mentación, la especialización y la personalización. En el mundo digital conectado, el foco de la transformación del negocio se desplazará cada vez más hacia el enriquecimiento de la experiencia del cliente. Las organizaciones deben comprometerse con los clientes de manera más íntima e individual a través de procesos que muestren flexibilidad en tiempo real y una riqueza de integración que refuerce, de principio a fin, su experiencia como consumidor. Un punto donde las fuerzas aparentemente opuestas de “maximizar la eficiencia del proceso” y “personalización de la experiencia del usuario” presentan un desafío empresarial complejo.
El objetivo de Atos es empoderar a sus clientes en este desafío en base a dos vectores: nuestro profundo conocimiento del mercado y nuestro completo porfolio de servicios TI. Para asegurar el éxito del viaje, hemos identificado cuatro grandes pilares.
El primero pone su foco en la experiencia del cliente, que hay que rediseñar para ganar su fidelidad, compromiso y colaboración. El cliente deja de estar al final de la cadena e interacciona continuamente con la marca y el producto. Su capacidad de decidir al inicio del proceso transforma la relación tradicional. El nuevo objetivo es conocerle en profundidad, ofrecerle lo que realmente espera y establecer con él formulas de colaboración.
La reinvención del negocio es el segundo pilar del nuevo paradigma. Ser mejores no es suficiente, se trata de ser distintos. Las empresas tienen que reinventarse en su transformación digital, no basta con digitalizar sus procesos y servicios, tienen que ser capaces de optimizar su negocio en el nuevo marco digital, a pesar de que en muchos casos ello suponga romper con el pasado.
En cada fase de este viaje hay que asegurar la excelencia operacional, el tercer pilar. Las empresas deben asegurar la eficiencia y la flexibilidad del negocio y de sus operaciones. Hay que se rentable a lo largo de todo el proceso. Deben ser capaces de realizar su transformación de lo viejo a lo nuevo balanceando ambos modelos para asegurar el éxito.
El cuarto pilar tiene que ver con la seguridad y el compliance. Una seguridad que resultará clave para lograr la confianza de un nuevo tipo de cliente, digital, dispuesto a compartir información sobre sus gustos y preferencias siempre que se garantice la anonimidad de los datos. Otro tanto ocurre con el cumplimiento regulatorio y normativo, que asegure la conformidad en todo lo relativo a clientes, equipos e infraestructuras.
Los CIO que se apoyen en estos pilares realizarán la transformación de sus organizaciones sin sobresaltos, manteniendo su competitividad y rentabilidad y asegurando que el viaje digital les lleva al destino deseado.