Durante la pasada década el término cloud computing comenzó a aflorar entre los proveedores TI como la panacea que estimularía la agilidad y el rendimiento y rebajaría los costes de todo tipo de organizaciones. Fueron años en los que firmas como Amazon, Google o Microsoft inspiraron un nuevo concepto que se ha desarrollado algo más lento de lo esperado. Dudas en cuanto a integridad, calidad o seguridad han permitido al legacy seguir reinando como modelo a perpetuarse; de hecho, todavía las inversiones en estos entornos son cuatro veces mayores que las que se realizan en la nube. Los apelativos de cloud pública y privada convivían sin despegar. Pero el cambio de discurso ha llegado apegado a la hibridez como la plataforma definitiva que hará que el cloud alcance el peso que se le supone como pilar tecnológico de referencia: IDC confirma que ya más del 80% de las organizaciones plantean la nube y tres de cada cuatro grandes firmas la usan; sin embargo, lo más llamativo también está en que la cloud híbrida se multiplicará por cuatro en cinco años. Los proveedores tecnológicos se han subido al carro de la hibridez de forma definitiva “no como camino hacia la cloud pública, sino como camino de ida y vuelta entre pública y privada”, como atestiguan. Sea de un modo u otro, tanto los fabricantes como analistas vaticinan un periodo de transición, pero también de cambio, que nos viene dado por esta nueva tendencia que modificará el modelo tradicional de provisión tecnológica, donde la cloud pública como tal parece perder ese protagonismo que se le auguraba y, definitivamente, tenderá a convivir con lo ‘on premise’. Estamos pues, ante otra de las modas del momento, quizás esta sí, para quedarse.
Año híbrido
El cambio de discurso ha llegado apegado a la hibridez como la plataforma definitiva de referencia.
Publicado el 19 Ene 2016
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