Carsharing: un nuevo paradigma de movilidad

Las ciudades han cambiado mucho en los últimos 16 años.

Publicado el 19 Dic 2016

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Ignasi Fábregas, Director General de Avancar

Allá por el cambio de milenio la vida ya se concentraba en el ámbito urbano, pero la forma en la que interactuamos con nuestra ciudad ha cambiado drásticamente. No había ciudades inteligentes, ni siquiera había smartphones en el año 2000, incluso el envío de un MMS desde un teléfono con pantalla a color era algo inaudito.

Las ciudades en sí también han cambiado drásticamente. En el año 2000 sólo había dos ciudades en el mundo con una población de más de 20 millones de personas. Hoy en día hay más de 10 ciudades que superan esa cifra, y 3.900 millones de personas –la mayoría de la población mundial– viven en entornos urbanos. En 2050 se prevé que este número llegue a los 6.300 millones. La vida en la ciudad es cada vez más multitudinaria, más estresante, y las infraestructuras subyacentes que mantienen la ciudad en movimiento están luchando para mantenerse al día.

Es esta necesidad de mantener las ciudades en movimiento lo que hizo que surgieran nuevos paradigmas de movilidad como el carsharing. En el año 2000 el concepto de economía colaborativa aún no se había planteado, pero el coche compartido supuso el primer paso para demostrar que había ganas de hacer las cosas de manera diferente. El rápido y consistente crecimiento del carsharing demostró que la gente quería productos y servicios que ofrecieran soluciones sostenibles a algunos de los problemas más importantes que encontraban en sus ocupadas vidas.

Las ciudades de hoy en día requieren de una amplia combinación de opciones de transporte urbano para mantener y mejorar la calidad de vida que ofrecen a sus residentes, y el carsharing se ha convertido en un componente clave para ello. El carsharing continúa creciendo a un ritmo muy alto: se prevé que el número de usuarios a nivel global de servicios de carsharing crecerá un 33% al año, hasta llegar a los 23,4 millones en 2024, de los cuales 6,1 millones estarán en Europa. Además, toda evidencia sugiere que utilizar servicios de carsharing afecta positivamente tanto al nivel de tráfico en las ciudades como al medio ambiente. Los usuarios de carsharing son menos propensos a tener un automóvil en propiedad y están más dispuestos a vender su propio automóvil. También hacen menos viajes en coche que los propietarios de automóviles privados, desplazándose tres veces menos de media. Debido a que muchas personas están optando por el carsharing, los vehículos compartidos se están utilizando de manera mucho más eficiente, con cada coche de carsharing sustituyendo al menos a seis coches de propiedad privada. Además, el carsharing sigue cuatro principios fundamentales: ofrecer una experiencia en movilidad de calidad, mejorar el día a día de los usuarios, facilitar el acceso a un vehículo siempre que se necesite y tener un impacto positivo en el entorno.

Mirando hacia el futuro, el paradigma tradicional de movilidad no va a ninguna parte. En ciudades como las matrículas se subastan al mejor postor o se ofrecen como premios de lotería. El cambio será impulsado por el simple hecho de que habrá demasiados coches y pocas carreteras para conducirlos.

Será la tecnología, y el nacimiento del vehículo autónomo en concreto, lo que cambiará tanto la forma en que pensamos acerca de nuestros coches como la forma en que nos movemos por nuestras ciudades para siempre. A medida que el coche autónomo se convierta en algo común, el carsharing se convertirá en una parte cotidiana de la movilidad urbana, incluso para aquellos que no conducen. De este modo, a medida que cada vez más automóviles se “conecten”, no habrá nada que nos impida compartir nuestros coches con amigos, compañeros de trabajo e incluso completos extraños, sin importar si pueden conducir o no.

Esta tecnología no está a décadas de distancia, ya está en marcha, y es probable que esté ampliamente disponible en cuatro o cinco años. A medida que los planificadores de urbanismo van adoptando las oportunidades que se ofrecen como resultado de este cambio en el comportamiento de la movilidad urbana, esperamos formar parte de un movimiento continuo que haga la vida en la ciudad más inteligente, más limpia y más satisfactoria para todos. Dado nuestro crecimiento en los últimos 16 años, no podemos esperar a ver lo que los próximos 16 años traen.

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Redacción Computing

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