Ternua ha expandido su oferta de ropa de montaña y complementos hasta a 50 países y ha sido premiada por la calidad de sus tejidos. Apoyándose en estos logros, para Aitor Barinaga, director corporativo de Operaciones de la compñía, para alcanzar el mercado global no hay que hacerlo a través del coste de producción, sino potenciando factores como “la marca, la cercanía al cliente, la eficiencia en los procesos, la ingeniería y, sobre todo, las personas”.Cuidar elementos que marcan la diferencia, comoel capital humano, es lo que permite a la compañía enfrentarse a competidores de la talla de North Face.
“Nosotros en los datos hemos encontrado diamante”
Debido al valor de los datos, Barinaga llega aún más lejos: “Nosotros en los datos hemos encontrado diamante”, afirma. Ternua posee tres líneas de ropa cuya colección renueva cada seis meses “sin conocer exactamente cuáles van ser las tendencias de la próxima temporada”. De esta forma, “para Ternua es imprescindible el análisis de datos para la toma de decisiones”. Asimismo, el director de Operaciones apunta a que el progresivo aumento de la cantidad de datos que extraen no les permite “dormirse en los laurales”, por lo que trabajan continuamente por encontrar la forma óptima de interrelacionar esos datos.
El representante de Ternua destaca que hace algunas décadas, la esperanza de vida media de una empresa estaba en torno a 75 años, ahora está alrededor de 15. Este cambio refleja la continua evolución que están sufriendo los modelos de negocio y que, “aunque el cambio da vértigo, asumir esta contingencia es la única salida, y también puede ofrecer muchas ventajas”. En el caso de Ternua, establecer la venta ecommerce, por ejemplo, les ha dado la ventaja de, en palabras de Barinaga, “acercarnos al usuario final y conocer mejor sus gustos y preferencias”.
Por último, el directivo lanza una petición a la Administración para que sea “más participativa y apoye a las pymes con proyectos y subvenciones para que estas se conviertan en empresas tractor”.