Que la Administración Pública española es un ejemplo de innovación y trabajo a copiar por sus homólogos europeos es un hecho más que constatado. La relación electrónica entre instituciones o con las empresas es una realidad a la que otros países no han llegado todavía, pese a un status de desarrollo nacional supuestamente más avanzado. Proverbiales son algunos proyectos en Sanidad o en Open Data que causan admiración fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, los profesionales TIC españoles sufren en sus carnes la reducción constante de sus presupuestos y una escasez de recursos humanos que les obliga a redoblar esfuerzos para sacar adelante los proyectos, no sin cierto sinsabor. Pero la transformación digital de los organismos públicos es un hecho irreversible, y a pesar de los pesares los responsables TIC de la AAPP avanzan contra viento y marea en este viaje, convencidos de que el rumbo debe mirar siempre hacia los ciudadanos. Y así ha quedado patente en el encuentro organizado por Computing con la colaboración de Commvault, DXC Technolgy y T-Systems, cuyo eje temático ha sido la contribución de la Administración Pública a la nueva era digital.
