Agilidad, sencillez y eficacia son tres conceptos clave para responder -en tiempo y forma- a las necesidades de un entorno cambiante y caprichoso en el que se precisa la conjunción de tecnología y personas altamente especializadas y comprometidas. VASSXtreme, una cultura de trabajo que fundamenta su éxito en una fuerza de producción única para cada cliente, compuesta por profesionales de alto nivel formados en las tecnologías y modelos de trabajo más innovadores, es la apuesta ganadora del Grupo VASS para que las empresas realmente transformen las necesidades de nuevos modelos de negocio en un producto digital viable. En VASS apostamos por la diferenciación y por la personalización de cada proyecto. Sabemos que los niveles de exigencia para satisfacer las expectativas del negocio y del time to market son máximos, más aún en sectores como el de la banca, pionero en el impulso de la digitalización de sus negocios.
Además de adaptarse a las nuevas demandas de sus clientes, los bancos han tenido que agilizar sus procesos y buscar nuevos modelos de negocio para competir con unos actores alejados del entorno financiero y para hacer frente a unos márgenes de operación que en los últimos años han sido realmente bajos. Sin embargo, la banca ha sabido reinventarse y, hoy, podemos decir que imprime un efecto tractor al resto de mercados que han visto cómo las entidades financieras tradicionales y, también las de nuevo cuño -100% digitales-, han mejorado su eficacia operativa y, con ello, generado nuevos ingresos y, también, nuevos clientes.
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El movimiento se demuestra andando
Un ejemplo de éxito sobre cómo poner en práctica el modelo de trabajo VASSXtreme lo encontramos, precisamente, en la creación de PIBANK, el nuevo banco directo perteneciente al grupo Pichincha, cuya puesta en funcionamiento ha durado apenas seis meses, lo que certifica que la agilidad es ya uno de los primeros imperativos a la hora de poner en marcha cualquier proyecto o negocio en la era digital. El proyecto en cuestión tenía tres requerimientos básicos: API, para garantizar la consistencia de las experiencias multicanal, soluciones escalables y una interacción óptima con los clientes; Mobile, para que los clientes pudieran llevar el ‘banco en la mano’ con todas las garantías de seguridad y usabilidad oportunas y, finalmente, PSD2 para adaptarse a la nueva normativa europea que entrará en vigor en mayo de 2019, avalando la exposición segura de los datos de sus clientes a terceros, siempre con su autorización previa. Todos los desarrollos, además, debían basarse en un sistema legacy ya existente que actuaría a modo de ‘ledger’.
La agilidad es ya uno de los primeros imperativos a la hora de poner en marcha cualquier proyecto o negocio en la era digital
Con estas premisas trabajamos conjuntamente con los responsables internos del proyecto, centrándonos en la creación de valor añadido y utilizando la tecnología como medio para materializar los modelos de negocio previamente diseñados. Desplegar los equipos oportunos y poner al servicio del proyecto todos los conocimientos necesarios en cada fase, fue determinante para alcanzar el éxito. Solo por parte de VASS hubo hasta 46 personas implicadas y comprometidas con el cumplimiento de los hitos que establecimos. Sentar las bases iniciales permite siempre trabajar con más claridad para alcanzar los objetivos. Por eso, desde el arranque, conformamos un equipo multidisciplinar con el que abarcar una visión 360º del proyecto. Desde el gestor de servicios hasta los expertos, tanto en banca como en User Interface y User Experience, así como la dirección de PIBANK, trabajamos de manera conjunta y solidaria para comprender, observar y sintetizar toda la información necesaria para contextualizar las soluciones de valor. Nuestro objetivo: tener meridianamente claro el esquema de sistemas, soluciones y actores con los que se debería interactuar en esa nueva banca que estábamos creando.
Diseñamos las herramientas y propusimos las soluciones tecnológicas y funcionales acordes a los distintos escenarios y necesidades que dibujamos. Trazamos un roadmap de iniciativas priorizado, un modelo de entrega continua sincronizado con los Sprint planificados y un patrón que definía la forma en la que operaríamos. Con la hoja de ruta perfectamente diseñada, lanzamos el desarrollo del proyecto tan solo 60 días después de iniciarlo, llevando a la práctica las metodologías y modelos de trabajo ágiles y dinámicos que establecimos.
Equipos Full-Stack para personalizar los proyectos
Los equipos de expertos Full-Stack para el desarrollo ágil y rápido de productos, servicios e iniciativas innovadoras conforman el motor y el alma del modelo VASSXtreme. Estos grupos de trabajo están diseñados para garantizar el éxito de cualquier proyecto gracias, no solo a la experiencia técnica que acumulan entre sus filas, sino también, a los conocimientos que poseen y que están estrechamente vinculados al vertical del negocio en el que operen. De este modo, se garantiza la competencia tecnológica y también el conocimiento adaptado a la casuística particular de cada entorno concreto. Estos equipos, que internamente se organizan en tribus, consejos y gremios, fomentan la colaboración y el aprendizaje continuo. Sin jerarquías que limitan la velocidad, se conforman ad-hoc para cada cliente/proyecto, lo que garantiza una fuerza de producción personalizada y única para cada iniciativa.
Con este espíritu, las distintas tribus y consejos del Grupo VASS, organizados para la creación de PIBANK, facilitaron al proyecto los profesionales mejor preparados bajo la única jerarquía y supervisión que imponía el proyecto en sí. En total, se constituyeron cinco equipos Xtreme con capacidad y autonomía propia que trabajaron de manera coordinada. Cada equipo fue desarrollando y haciendo entrega de nuevas funcionalidades sin impactar en el trabajo del resto de grupos, gracias al entorno CI/CR y a las ceremonias NEXUS para la resolución de posibles incidencias de dependencias e integración. Como teníamos claro que más vale equivocarse pronto y rápido, fuimos probando y testando de manera conjunta, lo que nos permitió ir corrigiendo las desviaciones según las íbamos detectando. Cada dos semanas nos reuníamos con el cliente para poner en común los logros alcanzados y de manera efectiva reorganizar los objetivos en función de los hitos que se iban consiguiendo. Esta flexibilidad y entrega frecuente generó un mejor entendimiento y un ambiente de total confianza entre todos los participantes.
En menos de 90 días conseguimos validar la plataforma tecnológica, la escalabilidad, la seguridad y los sistemas de terceros y logramos poner a prueba todos los procesos de negocio y el modo propuesto para resolverlos. Comenzamos a hacer transferencias y onboarding 100% digitales en un entorno muy similar al entorno productivo final, con usuarios controlados y un feedback activo y constructivo. En definitiva, este proyecto muestra la esencia de nuestra filosofía digital positiva. Así nos hemos convertido en un referente del mercado. Y así es como formamos parte del top de consultoras tecnológicas de capital español. La suma de innovación más talento nos permite abordar complejos proyectos IT y conocimiento del negocio de nuestros clientes de la forma más sencilla y con soluciones 100% personalizadas en las que no solo ofrecemos tecnología sino también ética, compromiso, responsabilidad y pasión. Mucha pasión.