Neoris es una consultora TI que ha puesto todos los mimbres para ser una jugadora de relevancia en la transformación digital. El pasado año, con el nombramiento de Cristina Valles, como directora general en España, la compañía dio un vuelco estratégico para centrarse principalmente en cuatro sectores de actividad: Servicios financieros, telecomunicaciones, manufactura y healthcare. El mandato de la consultora, que le gusta compararse con Accenture, se basa en “adquirir mejores prácticas de otros sectores para aplicar al negocio y exportar ese know how”, como subraya Jaime Peñaranda, managing director de Financial&Services.
La firma echó a andar en nuestro país de la mano de su principal accionista, la mexicana Cemex, que adquirió en 2000 la empresa Valenciana de Cementos. Durante el primer lustro, Neoris empezó a crecer de la mano de su matriz, casi como un brazo tecnológico. Por entonces, el 95% de sus ingresos provenían de lo que ellos definen como mercado propio. En 2005 se produce su refundación y empieza a volar sola, ganando cuota de mercado y proyectos preferentemente en el entorno del Ibex.
Durante estos años han pasado de 30 a 800 empleados, y su facturación en el mercado abierto asciende a 60 millones de euros, a lo que hay que añadir un 20% que todavía procede del mercado de Cemex. Tienen una oficina en Madrid y dos laboratorios en Valladolid y Murcia para el desarrollo de proyectos globales. También tienen oficinas en Budapest, Praga, India y en Londres, donde tienen interés por tratarse de un importante hub financiero.
Para este año las previsiones de facturación pasan por subir un 20%, “ese es el ritmo que llevamos marcando en los últimos ejercicios”, puntualiza Cristina Valles, quien ve una mayor progresión de negocio en servicios financieros y teleco, sus sectores más robustos. La consultora quiere aprovechar sus fortalezas basadas en capacidades globales, enfoque a negocio y proyectos liderados por personas con una política de cercanía al clientes y asociándose con startups de nicho que puedan aportar tecnologías disruptivas.