Provocar cambios en las organizaciones ya no pasa solo por la transformación tecnológica, en 2019 hemos ido mucho más allá, evolucionando los modelos de negocio, culturales y organizativos. También se ha hecho una apuesta decidida por servicios que marcan la diferencia, como el diseño y el desarrollo de la Industria 4.0. A pesar de que existe una sensación de que muchas empresas y organizaciones han frenado sus planes de transformación, lo cierto es que este ha sido un año de consolidación de procesos y proyectos que han reforzado enormemente la digitalización en España, donde los modelos ‘agile’ empiezan a ser algo generalizado. Otra tendencia que ha marcado 2019 es la creciente importancia del diseño en la cadena de valor. Hay una fuerte relación entre los resultados comerciales y el diseño, de modo que las empresas que más importancia conceden a este punto aumentan sus beneficios sustancialmente respecto a sus competidores. La combinación de nuevas herramientas, productos y servicios físicos y digitales abre nuevas oportunidades para que las empresas capturen información, mejoren la experiencia de usuario y reorienten sus acciones.
Ola del big data reengineering
En cuanto a evolución digital, este año las tecnologías de procesamiento y visualización de datos han mejorado drásticamente su productividad. Las analíticas de texto, social y predictiva han aumentado la exactitud de sus resultados y el big data se ha visto favorecido por el auge de proveedores de soluciones en la nube y el aumento de profesionales.
Podemos hablar de una nueva ola de big data reengineering. Las empresas han vinculado los sistemas de primera generación con el reporting y la inteligencia de negocio, pero ahora se busca aportar valor con enfoques transaccionales, inmediatos y centrados en el cliente y el gobierno del dato. Destaca el desarrollo del deep learning, que permite el tratamiento de datos más complejos (ampliándose al reconocimiento de imágenes, de texto y de voz) y de una cantidad mayor de información, llegando en estos casos a ser más efectivo que los algoritmos clásicos.
Ahora se busca aportar valor con enfoques transaccionales, inmediatos y centrados en el cliente y el gobierno del dato
El fuerte desarrollo del big data ha permitido el impulso de la Industria 4.0, conectando, no solo sus sistemas, sino también las máquinas y herramientas y extrayendo datos que les permiten mejorar sus operaciones y resultados. Esto implica, además, la realización de cambios que no tienen que ver con problemas técnicos o de diseño, sino con la superación de inercias profundamente arraigadas y el establecimiento de una cultura de innovación y de mejora continua. En este sentido, en España, destacan los esfuerzos de la Administración Pública a través de los Planes de Innovación del Ministerio de Fomento para impulsar smart stations, smart ports y smart cities, entre otros.
Las consultoras tenemos una gran responsabilidad en la consolidación que mencionaba al inicio. Debemos poner nuestras capacidades digitales al servicio de las personas y proponer opciones audaces que favorezcan la transformación a todos los niveles, con efectos tangibles y positivos. En definitiva, generar tendencias en lugar de seguirlas ciegamente.