En el sector financiero, existe un gran interés por la banca abierta (open banking), aunque hasta ahora los progresos hayan sido más lentos de lo previsto. Este retraso se debe, en gran medida, a la magnitud del cambio comercial, organizativo y tecnológico que implica. La mayoría de entidades son organizaciones muy complejas y cualquier transformación debe garantizar su reputación y eficiencia operativa. La adopción de la banca abierta requiere un enfoque comercial diferente, cambios en la organización y nuevas tecnologías pero, sobre todo, alineamiento con los objetivos comerciales del banco.
Para muchos bancos, la tecnología que los hizo exitosos se ha convertido ahora en un inhibidor del progreso. Algunos siguen atascados con mainframes monolíticos que generan altos costes de integración y riesgo de obsolescencia. En el camino hacia la banca abierta, la reputación, la adaptación al cambio y la eficiencia operativa son prioridades. Tampoco hay que olvidar que la mayoría de las instituciones financieras se enfrentan a inhibidores culturales, como una estructura organizativa construida sobre productos y canales, un modelo presupuestario basado en proyectos y una profunda preocupación por el intercambio de datos y sus riesgos.
En una estrategia de open banking, las API (Application Programming Interface) son el canal digital del negocio; son el vehículo técnico que permite a los sistemas y aplicaciones del banco comunicarse con partners, clientes y proveedores de servicios externos. Por ello, es esencial definir los nuevos negocios digitales del banco y de qué modo las API ayudarán a realizarlos. Entre los principales escenarios encontramos la comercialización de productos de la entidad a través de terceros, la externalización de servicios internos y la participación en ecosistemas digitales para que el banco llegue a mercados previamente inaccesibles.
En los bancos globales, hay mucho valor potencial en la utilización de open APIs para agregar el negocio multi-país de los clientes de empresa. Estos bancos suelen tener aplicaciones web, Android y iOS en cada país para prestar sus servicios de home banking. Las open APIs podrían ayudar en la consolidación de los canales digitales y conseguir no sólo una importante reducción de costes sino también de riesgos y eficiencia operativa.
Cómo diseñar la hoja de ruta y la gobernanza de las API
Al igual que con cambios tecnológicos como Big Data o Inteligencia Artificial, el open banking requiere de un plan de transformación que brinde garantías de soporte y supervisión para conseguir una adopción progresiva. En nuestra compañía, tenemos una amplia experiencia en esta práctica y habitualmente seguimos una aproximación evolutiva donde un equipo inicial (Competence Center) compuesto por expertos que abre el camino a la vez que implementa los primeros proyectos. En la medida que el equipo consigue consolidar madurez y aumenta la demanda, llega el momento de escalar transformándolo en un equipo de soporte y supervisión (Center of Excellence) que ayude a otros equipos de proyecto al desarrollo exitoso. Con el paso del tiempo, estos proyectos consiguen el nivel de madurez que permite reducir al mínimo el Center of Excellence, federando la responsabilidad de ejecutar esta tecnología.
Para alcanzar estos objetivos, se debe elaborar una estrategia que defina la evolución del inventario de API en el corto y medio plazo, de acuerdo con los objetivos de negocio. Para ello, hay que coordinar las demandas provenientes de proyectos propios y de terceros con la agenda de desarrollo local y global, gestionar sus dependencias y reportar periódicamente el inventario efectivo y planificado de API en el banco. También es necesario elaborar un modelo operacional que proporcione un mapa de capacidades, funciones, roles y responsabilidades hasta concretarlo en el de procesos.
Este modelo operativo debe garantizar la eficiencia apoyándose en herramientas, automatismos y tecnologías correctamente alineadas
Este modelo operativo debe garantizar la eficiencia apoyándose en herramientas, automatismos y tecnologías correctamente alineadas. De igual modo, se deben establecer acciones de gobernanza que garanticen el cumplimiento de las políticas y procedimientos, el cumplimiento legal y normativo, la comprensión de la operación a través de indicadores de rendimiento (KPIs), así como la relación con negocios y el seguimiento presupuestario. Por último, hay que establecer los comités, comisiones y reuniones operativas para cumplir con el seguimiento, garantizar una mejora continua y escalar la toma de decisiones relevantes, sin olvidarnos de constituir equipos de trabajo específicos bajo demanda.
Sin duda, la nube puede ofrecer la escalabilidad, elasticidad y flexibilidad necesaria para pasar realmente de la teoría a la práctica en banca abierta. Recientemente, un informe de Gartner aseguraba que los bancos están aumentando sus inversiones en la nube, enfocándose mayoritariamente en las privadas pero también en las nubes públicas. Además, la nube también plantea sus retos en el sector financiero en cuestiones como seguridad, privacidad o disponibilidad. Sin embargo, estos quedan perfectamente justificados por las virtudes y ventajas que conlleva.
En definitiva, con todas estas variables hay que tener en cuenta que los bancos que seleccionen el partner correcto para su camino hacia la banca abierta pueden acelerar significativamente los tiempos de adopción, reducir el riesgo y el coste operativo y, en definitiva, conseguir una experiencia exitosa. En esta organización, creemos que es imprescindible combinar un profundo conocimiento funcional y organizativo, una amplia experiencia en implantaciones anteriores y la capacidad para desplegar con éxito las herramientas y tecnologías más avanzadas en DevOps y servicios cloud. Sin duda, los pioneros disfrutarán de grandes ventajas competitivas