2020 debe ser el año en el que se acelere la transformación digital

Adrián García-Nevado, Director General Empresas de Telefónica España.

Publicado el 02 Mar 2020

Adrián García-Nevado, Director General de Empresas de Telefónica España

Parece que el mundo empresarial ya ha culminado su transformación digital, si nos fijamos en la cantidad de información que aparece en nuestro monitor cuando introducimos este término en un navegador; o si tenemos en cuenta algunas de las cifras de cierre. Solo desde Telefónica Empresas ya hemos ayudado a más de 6,5 millones de organizaciones a digitalizarse. Otro dato más. Según un reciente estudio de Infoempleo y Deloitte, las profesiones relacionadas con: la realidad aumentada, el Internet de las Cosas, la ciberseguridad o el blockchain serán las que tengan más futuro en 2020.

Pero la realidad es que, a pesar de todo el interés generado en torno a este concepto, solo seis de cada 10 compañías españolas tienen previsto un plan de transformación digital para la totalidad de su empresa, según se desprende de la tercera edición del estudio sobre el ‘Índice de Madurez Digital’ en el sector empresarial español.

Y eso que estamos en un país, España, que junto con Irlanda ha sido el que más ha avanzado en la digitalización en los dos últimos años. En el ‘Índice de Economía y Sociedad Digital’ publicado el pasado mes de noviembre se resalta que el despliegue de infraestructuras, sobre todo las relativas a redes de banda ancha fija y móvil rápidas y ultrarrápidas, ha dado lugar a que las empresas utilicen cada vez más soluciones tecnológicas y servicios en la nube.

Pero, aunque contemos con unas infraestructuras que están por encima de la media europea y de que España se sitúe en el marco de Europa, una de las regiones más digitalizadas del mundo, casi la mitad de los ciudadanos españoles no tienen competencias digitales básicas. Esto se debe a que, aun cuando la Administración ha avanzado mucho en su digitalización, todavía no es punta de lanza en la implantación de capacidades tecnológicas que impulsen un modelo de sociedad más acorde con los nuevos tiempos; y al déficit de perfiles técnicos, ya que el sistema educativo actual no está impulsando con suficiente fuerza el talento digital.

Beneficios tangibles

No obstante, no todo es negativo. Los sectores orientados a usuarios finales, como es el caso de la banca, las telecomunicaciones, el comercio minorista y el turismo, están haciendo los deberes, y ya utilizan tecnologías como el big data y la inteligencia artificial para personalizar sus ofertas, o la omnicanalidad y el e-commerce para satisfacer las necesidades de sus clientes en cualquier momento y lugar, ofreciendo nuevas experiencias de usuario.

Hay que aprovechar el cambio de década para desplegar la digitalización a todos los niveles: en la relación con los clientes, los proveedores, los procesos y los recursos humanos

En el caso de las pymes, aunque casi el cien por cien de ellas cuenta con herramientas tecnológicas básicas, muy pocas tienen previsto a corto y medio plazo un plan de digitalización. Y tienen que mejorar sus competencias técnicas si quieren adoptar tecnologías disruptivas como el blockchain o el 5G, cuyo uso va a ser clave en 2020 para muchos sectores, como el sanitario o el de la automoción. O para poder seguir sobreviviendo, ya que los principales gurús tecnológicos predicen que en 2025 todo estará conectado a través del wifi y del Internet de las Cosas.

Se impone, por lo tanto, aprovechar el cambio de década para desplegar la digitalización a todos los niveles: en la relación con los clientes, los proveedores, los procesos y los recursos humanos. Hay que utilizar la tecnología no como un fin, sino como una herramienta que potencia la industria 4.0, mejora las capacidades de las plantillas -a través de estrategias innovadoras y entornos laborales colaborativos- y aprovecha los datos para mejorar la eficiencia de las compañías. Porque si lo hacemos, obtendremos beneficios tangibles. En el estudio ‘Digitalization for economic growth and job creation, regional and industry perspectives’ de la consultora PwC, se señala que un alza del 10% en el índice de digitalización de un país supone un crecimiento del 0,75% en el PIB per cápita y una reducción del 1,02% de la tasa de paro. Así que hagamos caso a los expertos y pisemos el acelerador en este año que ahora comienza.

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Redacción

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