El Foro Económico Mundial señala que “la brecha en la igualdad de género en el mundo solo se cerrará dentro de cien años y se tardarán 217 años en conseguir la paridad salarial entre hombres y mujeres”. Se plantea un largo periodo de lucha por delante que resulta imperioso acortar, prioritariamente, de cara a las nuevas generaciones. Sin embargo, la tarea no es sencilla y más en los últimos años en los que ha habido un retroceso en el número de féminas que deciden centrar sus aspiraciones profesionales en carreras STEM.
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Como cada año, Computing pone su granito de arena en esta misión de empoderamiento femenino organizando el VIII Encuentro de Mujeres Directivas que, en esta ocasión, ha contado con la colaboración de Arsys, Atos, Avanadey Neoris. Una veintena de ejecutivas han acudido a la reunión para poner de manifiesto que los datos no mienten y que menos del 30% de los investigadores en todo el mundo son mujeres, que es el colectivo más afectado por el paro y la presión social, en tanto en cuanto han de elegir entre familia y empleo. Eso no es todo. Apenas hay CIO y mucho menos desempeñan cargos de alta responsabilidad en las empresas. De hecho, según laComisión Nacional del Mercado de Valores, en España solo hay un 8,5% de puestos de presidencia ocupados por mujeres entre las compañías del IBEX 35.
Aunque se ha avanzado mucho en comparación con épocas anteriores -y en ciertos aspectos se han ido dando pasos (de tortuga, eso sí)-, paralelamente se ha retrocedido bastante. La desigualdad sigue resultando alarmante en nuestro país sobre todo en la Administración pública, donde el desequilibrio en la cúpula directiva es muy acusado y apenas se presentan mujeres a las oposiciones para cubrir estas vacantes. En el caso de la empresa privada, tampoco podría decirse que hay una diferencia abismal en comparación con el sector público, aunque depende mucho de la organización. Aquellas que sí están concienciadas con la paridad han impulsado en los últimos años políticas para revertir la situación, como imponer planes de igualdad y diversidad, fomentar el teletrabajo y la flexibilidad de horarios, favorecer la conciliación o facilitar la transición tras una incorporación por baja de maternidad.
Los hombres también tienen que contribuir en la lucha por la igualdad
La noticia negativa es que la realidad se cambia desde los puestos de dirección, que es donde se toman las decisiones. Hay que llegar a ellos, aunque sea con cuotas, un mal necesario pero una medida eficaz y temporal de acelerar el proceso. “Muchos hombres están por cuota: porque los que elegían ya decidían que tenía que ser un hombre”, se argumentó.