El mundo se está digitalizando. Según el informe Cisco Annual Internet Report, en 2023 habrá 5.300 millones de internautas (el 66% de la población mundial) y 29.300 millones de dispositivos conectados (el 50%, objetos), mientras la velocidad de 5G será 13 veces mayor que la conexión móvil media.
Sin embargo, en la actualidad cerca de 3.700 millones de personas (la mitad de la población mundial) siguen sin acceso a Internet. Con la pandemia provocada por el Coronavirus, sus consecuencias son aún más evidentes; dado el distanciamiento social, la Red es fundamental para la tele-enseñanza, el trabajo remoto, la tele-medicina y los servicios públicos.
En educación, la pandemia ha “expulsado” de la aulas presenciales a más de 1.500 millones de estudiantes en 188 países (el 72% del total), dando paso a la enseñanza en remoto; pero sólo para aquellos con acceso a Internet.
Mejorar la conectividad también tiene un efecto directo en el crecimiento económico
Mejorar la conectividad también tiene un efecto directo en el crecimiento económico. Llevar Internet a los que actualmente están desconectados añadiría 6,7 billones de dólares a la economía global y sacaría a otros 500 millones de personas de la pobreza.
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Conectividad y acceso asequible
En su informe The Role of Technology in Powering an Inclusive Future, Cisco desvela cómo la conectividad determina las oportunidades sociales y económicas. Los países con una escasa preparación digital sufren una desigualdad que limita la riqueza, el acceso a la educación, atención sanitaria y otros servicios públicos, además de oportunidades laborales.
Para superar esta brecha digital y crear un futuro más inclusivo, el Informe señala tres barreras principales: conectividad, acceso a Internet asequible y competencias digitales. Aunque el acceso a Internet se considera una necesidad básica, sólo el 35% de los países en vías de desarrollo tienen un acceso a la Red generalizado, frente al 80% de los desarrollados.
Igualmente, las mujeres tienen hasta un 50% menos de probabilidades de estar conectadas a Internet que los hombres. Y el 87,5% del contenido on line únicamente está disponible en uno de cada diez idiomas.
Pero la conectividad no significa acceso inmediato. La ONU fija como Internet asequible un coste del 2% sobre los ingresos mensuales por una conexión de 1 Gigabyte de datos. Sin embargo, la mayoría de la población no conectada vive en la pobreza y no puede pagarlo.
Competencias digitales
Muchas personas no conectadas tampoco saben utilizar dispositivos digitales, aplicaciones de comunicación y redes. Aunque el 90% de los empleos ya requieren competencias digitales básicas, el 23% de los adultos de todo el mundo no saben leer ni escribir en formato digital, un analfabetismo cuatro veces más probable en mujeres que en hombres.
El Informe de Cisco propone un marco de acción para superar estas barreras y avanzar en conectividad, educación e inclusión social, mostrando además algunas soluciones innovadoras que se están llevando a cabo en distintos países.
“La pandemia mundial ha enfatizado aún más la brecha digital a nivel social, regional y empresarial”, destaca Andreu Vilamitjana, Director General de Cisco España. “No basta con decir que la banda ancha es un derecho universal. Empresas, administraciones y la sociedad tenemos la obligación moral de eliminar cuanto antes las barreras a la digitalización y a los servicios esenciales, trabajando en todos los sectores y geografías mediante la colaboración público-privada”.
Compromiso con la inclusión digital
Cisco tiene un sólido compromiso con la inclusión digital, destinando miles de millones de dólares a fomentar la digitalización y las competencias digitales. Su programa CDA (denominado Digitaliza en España) se aplica en más de 30 países para acelerar su transformación digital, mientras la iniciativa sin ánimo de lucro NetAcad ha formado en tecnologías digitales a 11 millones de estudiantes de 180 países (más de 200.000 en España).
La compañía también colabora en los proyectos Google Station y Express Wi-Fi de Facebook para extender la conectividad a más de 1.000 millones de personas en zonas remotas. Y en la actual crisis del Coronavirus está
“Si no actuamos en inclusión digital” -continúa Vilamitjana– “quedarían fuera de la nueva normalidad grupos de personas, que podrían caer en el llamado ‘analfabetismo digital funcional’; podrían desaparecer un gran número de pymes; y, más grave aún, incidiría en el desgraciado fenómeno de la España vaciada. Desde Cisco trabajamos en prevenir esos problemas con iniciativas como Cisco NetAcad -que forma cada año a unas 25.000 personas-, el Programa Digitaliza que pretende incrementar la digitalización de España o el programa de ayuda de 225 millones de dólares para paliar los efectos de COVID-19”.
Junto a otras incitativas de RSC, el objetivo de Cisco es impactar positivamente en 1.000 millones de personas para 2025. Hasta la fecha, casi 500 millones de personas se han beneficiado de múltiples acciones de Cisco incluyendo educación/formación, donaciones, voluntariado y atención de emergencia tras desastres naturales o conflictos bélicos.