¿Cuáles son sus principales funciones dentro de la organización?
J. Á.: En Heineken el rol del CIO ha ido evolucionando desde una actividad más operacional a una más de carácter estratégico. De esta manera, cumplo la labor tradicional de un responsable del área de Sistemas y también participo activamente en la agenda de transformación digital que nuestra organización tiene en marcha.
¿Qué tipo de perfiles conforman su equipo?
J. Á.: Entre los profesionales que forman el equipo TI de Heineken a nivel global se encuentran especialistas en distintas áreas como data analytics y business intelligence, y prestan apoyo a todas las unidades de negocio a nivel mundial. Además, contamos con una nueva y cuidadosa selección de partners, resultado de nuestra estrategia de externalización de servicios. Nuestro departamento reporta al presidente de Heineken en España, Guillaume Duverdier.
¿Qué relación tiene con el resto de las áreas de la compañía?
J. Á.: Heineken tiene definidos roles específicos que sirven como puntos de contacto e interlocución entre todas las áreas de la compañía. Las personas que desempeñan estos roles de intermediación son miembros de los diferentes comités de liderazgo de sus respectivas áreas, y están especializados en diferentes componentes de la cadena de valor. Nuestros profesionales hacen que seamos líderes de mercado en ciertos ámbitos como el comercial o el de marketing.
Mediante la iniciativa de ‘bar conectado’ dotamos a nuestros clientes de grifos conectados con tecnología IoT
¿Cuenta Heineken con una agenda de transformación digital?
J. Á.: Heineken España es un referente en innovación desde hace años y posee un plan de digitalización perfectamente definido. El proyecto de transformación más ambicioso que estamos abordando es el del propio departamento TI, que está evolucionando desde un modelo de prestación de servicios a convertirse en un actor en la estrategia de la compañía.
Para la consecución de esta transformación estamos reforzando los cuatro principales pilares de nuestra agenda digital: el reconocimiento del importante papel que juega TI dentro de la estrategia de la empresa mediante, por ejemplo, su incorporación al comité directivo; la atracción de talento que complemente las capacidades necesarias para ser una compañía competitiva; exprimir este talento interno y el externo -de nuestros socios- para diseñar una propuesta de valor potente; y cambiar el ecosistema de partners para hacernos con compañeros de viaje adecuados y flexibles a la hora de adaptarse a los cambios que la crisis económica y sanitaria que vivimos está produciendo en nuestros canales, clientes y consumidores.
¿Cuál ha sido el principal motor del cambio tecnológico?
J. Á.: No existe un único motor de transformación, sino un compromiso de seguir manteniendo el lugar privilegiado que poseemos en el mercado. Desde Heineken buscamos tener un papel protagonista en la necesaria digitalización de nuestros clientes y partners, y es aquí donde entran en juego iniciativas como #fuerzabar o nuestra estrategia de ‘bar conectado’. #Fuerzabar es un movimiento colectivo y social para apoyar a los propietarios y profesionales de hostelería a afrontar este parón temporal de forma completamente altruista mediante acciones como, por ejemplo, dotar de más de 15 millones de cañas en apoyo a restaurantes y bares, sin coste para el hostelero; acción a la que también se han sumado Cruzcampo y Amstel.
Por otra parte, mediante el proyecto de ‘bar conectado’ apostamos por la digitalización de nuestros clientes dotándoles de grifos conectados con tecnología IoT para asegurar la calidad de nuestros productos. Contamos con varias soluciones tecnológicas que soportan desde el cambio de hábitos de consumo hasta la reconocida presencia digital en las redes sociales.
¿Qué agentes han sufrido una mayor transformación?
J. Á.: Nuestro mercado, y el del gran consumo, recibe continuamente a nuevos players que revolucionan la forma de llegar al mercado. En Heineken somos conscientes de la necesidad de adaptarnos al nuevo route to market (RtM), que nosotros denominamos route to consumer (RtC), y ofrecer el servicio de calidad que se espera de nosotros. Nuestra estrategia de route to consumer se fundamenta en implementar diferentes formas de acercarnos a nuestros consumidores a través de, por ejemplo, la publicidad en medios digitales o la elección de productos que incluir a nuestra cartera mediante la asociación con nuevos partners de distribución y suministro.
¿Qué ha supuesto la irrupción de la pandemia para el avance de los proyectos TI?
J. Á.: La situación derivada de la Covid-19 nos ha servido para ajustar aún más el foco hacia una estrategia de crecimiento en un mercado cambiante y sometido a presión. La filial española cuenta con el apoyo de la compañía a nivel mundial y nuestra prioridad es no perder el ritmo de innovación que hemos llevado hasta ahora.
¿Cómo están gestionando la vuelta a la normalidad?
J. Á.: Nuestras fábricas no han dejado de producir en ningún momento y desde hace varios meses hemos recuperado nuestra fuerza comercial, sobre todo en hostelería, que es uno de los sectores que más ha acusado las consecuencias de esta crisis. Así, estamos volviendo a la normalidad de una forma reglada y progresiva, garantizando la seguridad de nuestros empleados, a los que siempre colocamos en el centro.
¿Ha adquirido mayor notoriedad su departamento durante los últimos meses?
J. Á.: En Heineken ya tenemos un largo recorrido poniendo en valor el peso que tiene el departamento TI en la compañía, y el contexto vivido durante este complicado año ha contribuido a reafirmarnos.
¿Cómo afrontan el futuro cercano?
J. Á.: El futuro cercano lo afrontamos con optimismo. Si algo bueno extraemos de la pandemia es que ha sacado lo mejor de nosotros. En Heineken hemos trabajado y cooperado sin cesar con nuestros equipos internos y externos para identificar, en esta situación convulsa y ante la visión de un futuro retador, un escenario lleno de oportunidades que, si la sabemos aprovechar correctamente, nos permitirá sortear esta crisis y que la gente pueda disfrutar de nuestro producto en los bares como antes de la Covid-19.