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La ‘apificación’, como suele denominarse al desarrollo de API (Application Programming Interface, por sus siglas en inglés) o interfaces a través de las cuales un módulo de un software se puede comunicar o interactuar con otros, se está convirtiendo es una práctica en plena expansión en aquellas organizaciones que han implantado un modelo ágil y productivo de trabajo. Computing, en colaboración con IBM, ha reunido a expertos de compañías de distintos sectores para hablar sobre cómo están gestionando este entramado de aplicaciones y sistemas que se tienen que hablar entre sí y con los usuarios.
En el encuentro participaron, de izquierda a derecha: José Borja Tomé, Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) | Alberto González-Calero, Cabify | Enrique Ferrer, Ford Motor Company | Manuel Pérez, Hospital General Universitario Gregorio Marañón | Ascensión Saiz, Hospital Universitario de Getafe | Franclim Bento, IBM | José Antonio Eusamio, Ministerio de Política Territorial y Función Pública | Ángel Luis Sánchez, Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) | José Luis Hernández, Universidad Carlos III de Madrid | Bruno Braz, IBM | Enrique Tévar, IBM.
A la mesa se sentaron tres representantes del sector sanitario que hablaron del reto que supone integrar la enorme cantidad de procesos que tiene un hospital o un centro sanitario, protegiendo la información crítica que manejan y, además, añadiéndole el plus de la automatización. Uno de estos representantes fue Manuel Pérez, subdirector de Sistemas de Información del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, quién abogó por la creación de “un sistema de certificación de datos y API para consolidar los procesos que realizamos y que se cree una manera de funcionar en el ecosistema sanitario que lleve un sello de calidad”. Esta certificación afianzaría la interoperabilidad de los datos, tan necesaria y aún escasa en el sistema sanitario español.
Imagen, vídeo, genómica, historia clínica… la Sanidad genera todo tipo de datos de todos los ciudadanos, por lo que su gestión es una tarea titánica que sería mucho más fácil si “los datos clínicos, en vez de pertenecer a los centros sanitarios, pertenecieran al ciudadano y fueran accesibles desde cualquier punto de España, e incluso de Europa, a través de la identidad del paciente”, afirma Ángel Luis Sánchez, jefe del Servicio de Apoyo a la Planificación Tecnológica del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). Para avanzar en esta línea, desde el SERMAS han desarrollado API que integran los sistemas de identidades, pero no cuentan con una herramienta concreta para este caso.
El desarrollo de API para conectar nuestros sistemas con aplicaciones externas permite dar un servicio de valor añadido a la sociedad
Para potenciar esta interoperabilidad, entre otras cosas, es necesaria la inversión, la cual “esperamos que aumente con la llegada de los fondos europeos, y más después de que la pandemia haya puesto a la Sanidad en la picota”, afirmó Ascensión Saiz, jefa del Servicio de Información del Hospital Universitario de Getafe. “Hasta ahora hemos estado haciendo análisis retrospectivos, pero también a raíz de la pandemia, e incorporando tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning, hemos empezado a hacer más análisis prospectivos y predictivos; calculando si un determinado paciente podría ser ingresado en un futuro y qué servicios necesitaría, para estar preparados y no desperdiciar recursos”.
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No perderse en el laberinto de los datos y las aplicaciones
En la eficiencia de la gestión de recursos destaca la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). “Por nuestra madurez, no tanto por los medios con los que contamos, somos capaces de proporcionar servicios con una agilidad que nos diferencia de otras organizaciones públicas, e incluso privadas”, celebró José Borja Tomé, director del departamento de Informática Tributaria de la entidad. “Poseemos una informática centralizada y unos sistemas transaccionales muy integrados, ya que recibimos mucha información de terceros y tenemos múltiples convenios con distintas organizaciones para diferentes trámites. Sin ir más lejos, muchas de las gestiones que tiene que hacer el ciudadano con nosotros como, por ejemplo, la declaración de la renta, la puede hacer directamente a través de nuestra página Renta WEB o mediante aplicaciones de terceros, por lo que el desarrollo de API para conectar nuestros sistemas con aplicaciones externas es el pan nuestro de cada día y nos permite dar un servicio de valor añadido a la sociedad”. De esta forma, en la Agencia Tributaria ya “no nos cabe en la cabeza iniciar cualquier proyecto sin contar con los desarrolladores”. Además, cuentan con un sistema analítico que permite, tanto a los a los usuarios internos como externos, consultar información de manera independiente.
Otro organismo público, el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, también ha pasado de un modelo de gobernanza de datos bidireccional a otro en el que intervienen múltiples actores y por el que se canalizan datos de distintas Administraciones de forma segura y con todas las garantías jurídicas. “Nos estamos esforzando por crear un sistema de acceso a la información en tiempo real y que evite las duplicidades, en el que al ciudadano no se le pidan los mismos datos varias veces”, contó José Antonio Eusamio, jefe del Área de Planificación y Proyectos Tecnológicos del Ministerio. En la Administración Pública es difícil pedir “soluciones a la carta”, por lo que “intentamos estandarizar los procesos en todas las Administraciones para minimizar el número de API e interfaces y los requisitos que se piden en ellas”.
La empresa privada quizá tenga que ser menos garantista con la gobernanza del dato que la pública, pero tiene más presión por innovar y competir. “Nosotros creamos servicios para solucionar problemas, y estos cambian constantemente, por lo que nuestros servicios tienen fecha de caducidad y están en constante evolución”, dijo Alberto González-Calero, VP of Data de Cabify. A pesar de que Cabify es una compañía nativa en la cloud, -en un modelo de pago por uso-, comenzaron con una aplicación monolítica para acabar destruyéndola y construyendo microservicios e interconectándolos. “Nuestros ingenieros y desarrolladores trabajan de la mano con Negocio, diversificando los servicios sin tener que realizar cambios traumáticos de API. Nuestro objetivo es abstraer los datos operacionales y analíticos y aportar información útil a nuestros clientes”.
Creamos servicios para solucionar problemas, y estos cambian constantemente, por lo que nuestros servicios tienen fecha de caducidad y están en constante evolución
La colaboración empresarial que explota los datos
El manejo de datos y la extracción de valor de estos está en el punto de mira de todas las compañías, y las medidas que adoptan para transformarse las toman en esta dirección, hasta la de pasar de ser una compañía “cloud-alérgica hace tan solo cinco años, a ser cloud-adicta”, como ha ocurrido con Ford Motor Company, según su Iberia IT Site manager, Enrique Ferrer. La compañía tiene perspectivas de cambiar su modelo de negocio pasando de ofrecer únicamente un producto a también ofrecer un servicio, como ocurre con el coche conectado. “Ahora los coches son ordenadores gigantes, el límite de lo que pueden hacer no está en la tecnología, sino en la legislación”. En este sentido, las API abiertas, -cuya parte que se comunica con el exterior ha sido desarrollada de manera estándar para poder integrarse de forma más simple con diferentes programas-, implantadas recientemente por la compañía están relacionadas con la regulación de las emisiones de dióxido de carbono. Aunque ahora las API que desarrollan tienen que pasar un proceso de certificación de un proveedor externo desde Estados Unidos, lo que ralentiza los procesos de desarrollo. Ferrer destacó en el encuentro que “a todos nos gusta hablar de los casos de éxito, pero también hay que hacerlo de los casos de fracaso, qué es lo que no ha funcionado para no repetirlo”.
Volviendo al concepto de identidad digital que planteaba Ángel Luis Sánchez, el mismo paradigma de soberanía del dato apoya José Luis Hernández, director del Servicio de Informática y Comunicaciones de la Universidad Carlos III de Madrid. “Un estudiante europeo debe poder compartir su expediente académico con cualquier universidad de la Unión Europea de una forma más ágil y sencilla que mediante un JSON con miles de campos”. Una wallet que aglutine, además de la educativa, información como la experiencia laboral, los registros inmobiliarios y todos los datos pertinentes del ciudadano. Además, Hernández aboga por un intercambio de información cuya verificación del dato esté basada en blockchain. “La cadena de bloques puede cambiar el paradigma del intercambio de información. Nosotros compartimos las skills de los estudiantes mediante esta tecnología”. No obstante, “la tecnología blockchain precisa del uso de API para exponer sus servicios”, aclaró Franclim Bento, Automation Technical Sales manager de IBM. Así, tanto para las tecnologías y métodos del presente, como para los del futuro, la ‘apificación’ continúa siendo la base sobre la que se sustenta el modelo de negocio colaborativo en el que todas las partes salen ganando.
Enrique Tévar, Automation Sales Manager en IBM SPGI
“Generar información de calidad para la transformación de tu negocio”
La capacidad de suministrar la información adecuada según las necesidades de los usuarios, tanto internos como externos de la empresa, es clave para impulsar la transformación ya sea de la infraestructura TI como de Negocio de las compañías. Para afrontar los retos comerciales, las organizaciones deben analizar su infraestructura y operaciones y también las de sus competidores, para estar alineados con la competencia; y obtener datos de la interacción con sus clientes para conocer mejor a sus usuarios.
Es imprescindible que los datos de los que se nutren las distintas aplicaciones y sistemas sean veraces y se obtengan en tiempo real para recabar información de calidad. La forma de estandarizar y simplificar el suministro de estos datos reside en el desarrollo de API, que permiten que las distintas aplicaciones, de la naturaleza que sean, se comuniquen y puedan intercambiar información. Este tipo de desarrollos son muy comunes en sectores como el del open banking o las fintech, o para la parte de open data asociada, por ejemplo, al sector público.
La tecnología de la solución IBM API Connect cubre todas las áreas de integración de aplicaciones y sistemas poniendo el foco en la gestión de las API, con la idea de dotar a las empresas de mayor agilidad en sus operaciones de TI y Negocio.
Bruno Braz, API Economy, Integration & IT Automation Software Solutions de IBM
“Integrar las aplicaciones en diferentes modelo y entornos”
Las compañías afrontan distintos retos a la hora de interconectar aplicaciones e intercambiar información. El primero es el de desarrollar y gestionar las API de manera que, tanto los sistemas on premise como en cloud, y tanto los propios como los de los partners, se integren perfectamente. El desarrollo low-code permite un diseño de API ágil, fiable y a pleno rendimiento.
El segundo reto está relacionado con los roles y la visibilidad. Tras el desarrollo de cualquier tipo de software viene el testeo, la prueba de que el producto da la respuesta esperada. En este proceso se deben tener en cuenta el papel que juegan las personas que van a utilizar la tecnología, el consumo de esta, qué operaciones son las más exitosas y cuáles las menos utilizadas y cómo va a evolucionar el producto hacia versiones futuras; y todo ello con la máxima transparencia. El tercer reto es la socialización de API, para la que es necesario contar con un portal o market de autoservicio que permita a los equipos de las empresas acceder a las API que desean ahorrando tiempo y recursos. Y, por último, existe el reto asociado a la arquitectura y la seguridad ya que, actualmente, el 90% de las empresas son híbridas, por lo que el despliegue, integración y gobierno debe ser igual en cualquier ecosistema, cloud o local.
IBM ayuda a las compañías a afrontar estos retos ofreciéndoles soluciones de integración que permitan trabajar en diferentes modelos, ya sea con protocolos SOAP con datos XML o con otros más actuales como JSON o REST; y también incorporando innovaciones como GraphQL, a las que se suma la garantía de protección de datos y de servicio.