¿Cómo ve la situación del mercado y la apuesta por la digitalización de las empresas en 2023?
J. V.: Estamos viviendo un contexto global complicado, marcado ahora sobre todo por la guerra de Ucrania, en el que la inflación y la inestabilidad financiera obligan a empresas de todos los sectores económicos a redoblar esfuerzos para destacar sobre la competencia. Esto ha provocado un claro impulso para los proyectos de transformación digital, una tendencia que, sin duda, se mantendrá en 2023 con un claro enfoque en dos áreas: sostenibilidad y tecnología.
Menciona la sostenibilidad como un factor que marcará la actuación de las empresas en 2023, ¿por qué?
J. V.: La emergencia climática influye en la conciencia social y los ciudadanos vamos a demandar a instituciones públicas y privadas un mayor compromiso con políticas que limiten el calentamiento global y puedan garantizar un mejor futuro. Por ejemplo, según los datos de un estudio que acaba de elaborar Atlantic Ventures para Nutanix, los centros de datos tradicionales consumen más de 90TWh al año solo en la región EMEA, con un nivel de emisiones equivalente a unos 5,9 millones de vehículos (27 millones de toneladas de CO²e). Esto no es sostenible y por ese motivo las tecnologías cloud se van a convertir en el eje sobre el que vertebrar la nueva estrategia tecnológica de las empresas y Administraciones Públicas.
¿Qué importancia van a tener entonces las tecnologías en la nube este próximo año?
J. V.: Las tecnologías en la nube van a seguir siendo una apuesta necesaria para todas aquellas empresas e instituciones que quieran seguir siendo competitivas. Por un lado, porque suponen un significativo ahorro de emisiones de carbono, lo que incide directamente en la sostenibilidad, y, por otro, porque son fundamentales para transformar las operaciones y prepararse para la economía digital del futuro: con más agilidad frente a la competencia, soporte para los nuevos modelos de trabajo flexibles y reducción de los gastos de las costosas instalaciones TI tradicionales.
Además de la nube, ¿qué otras tecnologías cree que jugarán un papel protagonista en este proceso de digitalización?
J. V.: Lo primero es tener en cuenta que cuando hablamos de cloud computing lo hacemos de un nuevo modelo de nube multicloud (pública, privada e híbrida) a fin de poder aprovechar los beneficios de unas y otras. De hecho, según nuestro último estudio Enterprise Cloud Index, la adopción de los modelos multicloud alcanzará un 64% en los próximos tres años y el 83% de los encuestados está de acuerdo en que el modelo híbrido multicloud es el ideal para hacer frente a sus principales retos. Además, otras tecnologías que marcarán la agenda de empresas y Administraciones Públicas en 2023 serán las bases de datos como servicio, los modelos de suscripción o el acceso al software como servicio (SaaS), ya que todas ellas aportarán flexibilidad, ayudarán a dar un mejor servicio al ciudadano/cliente, permitirán ahorrar costes (pago por uso) y, por supuesto, priorizarán la eficiencia energética.
¿Considera que España puede ser referencia en digitalización?
J. V.: Por supuesto. Los datos así lo dicen y Nutanix tiene una apuesta muy clara por nuestro país. La compañía ha elegido Barcelona como emplazamiento para su Centro Europeo de Excelencia en la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), cuyas instalaciones están dotadas con las últimas tecnologías para facilitar la ejecución de estrategias híbridas multicloud. Esta decisión supone un respaldo público a los resultados del país en términos de crecimiento en número de clientes, un 9% a cierre de año fiscal de 2022, donde ya trabajamos con empresas e instituciones tan relevantes como la Gerencia de Informática de la Seguridad Social (GISS), los Servicios de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) y Andalucía (SAS), el Centro de Pruebas y Validación (CEPRUVAL) del Ejército de Tierra, la UCAM y la Universidad Pública de Navarra (UPNA), MRW, Grupo Holcim o Crédit Andorrá.
En definitiva, y teniendo todo esto en cuenta, quiero asegurar que desde Nutanix seguiremos trabajando en 2023 para poner a disposición de empresas y Administración Pública una ‘infraestructura digital inteligente’, que sea flexible, sostenible, eficiente, escalable, capaz de implementarse en solo unos días, en cualquier ubicación y con un modelo de pago por uso.