Navegar por Internet ya es una tarea tan cotidiana como ir de compras o pasear por cualquier ciudad. Normalmente son actividades que no entrañan grandes riesgos, pero nunca está de mal estar en guardia para evitar sorpresas desagradables.
A continuación, se detallan nueve consejos prácticos para navegar seguro por Internet y garantizar que no damos pasos en falso que puedan afectar a la seguridad de nuestros datos y la integridad del bolsillo.
1- En los ordenadores es esencial utilizar tres medidas básicas de seguridad: antivirus, cortafuegos (firewall) y actualizaciones de seguridad, analizando periódicamente todo el sistema en busca de posibles infiltrados.
2- No enviar o publicar información personal relevante por correo electrónico, mensajería instantánea, redes sociales, formularios de dudosa procedencia y en especial en las ventanas emergentes comerciales (pop-ups). Y sobre todo: ¡Configura adecuadamente la privacidad en las redes sociales!
3- En los smartphones y otros dispositivos se puede valorar desactivar la opción de seguimiento del GPS, ya que proporciona información a las aplicaciones sobre nuestra ubicación y permite conocer nuestros hábitos de consumo. Es importante, además, tener en cuenta que los coches con servicios inteligentes (airbag, gps, sistema de frenado) o las casas inteligentes (luz, calefacción) pueden ser hackeados. Asimismo, con los actuales contadores de luz inteligentes, cuando conectamos un dispositivo la toma de corriente puede identificar qué se está conectando y esta información puede ser utilizada para saber qué estamos haciendo.
4- Opciones por defecto. Todos los dispositivos, redes sociales y en general cualquier lugar o aplicación en el que nos registremos tendrá unas opciones de configuración por defecto que suelen pasar desapercibidas pero que influyen en la privacidad de los datos. Por norma general incluyen el permiso para envío de mensajes propagandísticos, la apertura al público general de nuestros mensajes o imágenes personales y hace que demasiada información quede accesible a desconocidos. Tras la apertura de una cuenta es necesario revisar siempre las opciones de configuración del lugar.
5- Utilizar una buena contraseña, de como mínimo 6 caracteres que contenga letras mayúsculas, minúsculas, números y algún carácter especial. Además, es conveniente que la cambiemos cada cierto tiempo.
6- No abrir mensajes o documentos adjuntos de dudosa procedencia, ni acceder a direcciones sospechosas. Y es que en el mejor caso suelen terminar cambiando la configuración de navegación o añadiendo funcionalidades no solicitadas, y en el peor de ellos infectando nuestro dispositivo con virus u otros bichos que pueden ralentizar el sistema, transmitir información personal y hasta eliminar o secuestrar el contenido del ordenador.
7- Robos y estafas. Las técnicas más habituales para el robo y la estafa son la usurpación de personalidad (recibimos un e-mail diciendo que son nuestro banco y que necesitan los datos de nuestra tarjeta o que es necesario cambiar la contraseña) y las falsas gangas (ofertas de compra demasiado bajas de un producto) etc. Para no caer en estas trampas solo es necesario aplicar el sentido común que aplicamos en nuestra vida ordinaria.
8- Los menores son los más vulnerables, siendo los peligros más comunes el ciberacoso (ciberbulling), el acoso sexual (grooming) por parte de adultos o el envío de contenidos sexuales explícitos (sexting). Con la brecha digital existente entre generaciones muchos padres no saben cómo proteger a sus hijos de internet. Aquí, será imprescindible comunicarse con el adolescente, pactar, usar los espacios comunes para conectarse a Internet, educar en el uso correcto de las tecnologías, y detectar cambios en su comportamiento como ansiedad, estrés, absentismo escolar, disminución del rendimiento académico, etc.
9- Adicción. Para proteger y prevenir a los niños y los adolescentes a sufrir conductas adictivas frente a al consumo masivo al que son muy permeables se pueden aprovechar las defensas técnicas como los filtros de contenidos, los programas de control de acceso o las configuraciones del navegador para supervisar y controlar los riesgos relacionados con los contenidos.