“En 2005, el comportamiento del mercado TIC español fue bueno”. Con esta apreciación, Jesús Banegas, presidente de Aetic, iniciaba la presentación de los resultados del sector TIC español durante el año pasado. El presidente de la patronal cifró en 87.872 millones de euros el negocio generado por el hipersector TIC en España a lo largo de 2005, lo que supone una evolución del 10 por ciento respecto a 2004.
El reparto de tal cantidad por áreas fue, por su parte, en 2005 el siguiente: los servicios y equipamiento de telecomunicaciones generaron 44.603 millones de euros, lo que supone el 51 por ciento del total del negocio; aportando las TI 14.393 millones de la misma moneda o el 16 por ciento del total. Lejos ya de estos porcentajes se situarían otros segmentos tales como la electrónica de consumo y profesional, con un cuatro y dos por ciento del total, o componentes electrónicos, con otro cuatro por ciento.
Si hubo un área que, dentro de los servicios de telecomunicaciones, destacó más claramente fue el de móviles, con un 44 por ciento de los 39.205 millones de euros que generó; seguido de los servicios portadores de telefonía fija, con el 36 por ciento de tal cifra, el 12 por ciento de los servicios de acceso a la Red o sendos cuatro por ciento de la conmutación de datos o las telecomunicaciones por cable. En el segmento TI, las aportaciones a los casi 14.400 millones variaron entre el 38 por ciento del hardware, el 35 por ciento de servicios y el 16 por ciento de software.
Banegas señaló, por otra parte, que la producción, que alcanzó los 55.192 millones de euros, creció razonablemente en todas las áreas salvo en electrónica de consumo, que cayó un 4 por ciento. Hablando de las importaciones, el directivo aseguró que en 2005 creció por encima del mercado, con un 11 por ciento y 16.486 millones y se lamentó del comportamiento exportador de nuestro país en materia tecnológica, que sólo evolucionó un uno por ciento, llegando a 3.871 millones de euros. “Lo que consolida nuestro déficit comercial y nos resta atractivo como país receptor de inversión”, según Banegas.
Finalmente, el empleo creció un 6 por ciento hasta 214.000 personas; la I+D alcanzó 1.486 millones de euros, un 11 por ciento más y el gasto innovación evolucionó un 13 por ciento hasta 5.931 millones de euros.
