Diseñar, desplegar, implantar y mantener toda la infraestructura tecnológica necesaria para un evento como la Exposición Internacional Expo Zaragoza 2008 resulta sumamente complejo. Aunque el recinto ferial aún se encuentra en pleno proceso de construcción de los pabellones, el área de Sistemas de Información ya hace tiempo que se puso manos a la obra bajo la dirección de Jordi Dalmau. Se trata de un auténtico reto, puesto que, como precisa el propio Dalmau, “a medida que constituimos nuestra propia sociedad estamos construyendo la infraestructura para el evento”. Tanto es así que el departamento de Sistemas distingue dos áreas bien diferenciadas: “por un lado, la parte que afecta al funcionamiento de nuestra empresa (ordenadores, teclados, seguridad de accesos, etc.) y por otro, la relativa al propio recinto”.
En una primera lectura, la sensación de lo efímero e intangible empapa el proyecto, dado que su fin último es, en lo que afecta al equipo de Dalmau, concebir unas Tecnologías de la Información que aún no han llegado -en tres años evoluciona mucho- para un evento que sólo dura tres meses y desde una sociedad que, tras la celebración de la Expo, simplemente se disolverá y desaparecerá.
Sin embargo, una lectura más profunda revela que también existen unos planes post Expo que hacen alarde de la filosofía del evento, esto es, el desarrollo sostenible, de modo que se prevé la reutilización de las instalaciones en la medida de lo posible. Dalmau indica que “se trata, incluso, de pensar los pabellones para que luego sean vendibles totalmente preparados”. Un buen ejemplo de esta previsión lo constituye el sistema de megafonía: “existe una megafonía global con una gran centralita en el centro de control, pero luego también tendremos subcentralitas en cada edificio que durante la Expo estarán deshabilitadas, pero que después tendrán su propia autonomía, de manera que como todos los edificios tienen su propio cableado, su telefonía, su centralita telefónica, sus sistemas de megafonía, etc., son independientes”. Así será posible convertir el recinto, según los planes, en un parque cultural y científico que conviva con los usos deportivos y de parque natural del área adyacente al mismo.
Desde el punto de vista tecnológico, el estado actual del certamen se puede calificar de embrionario, si bien ya se han sentado las primeras bases con la elaboración del Plan Director de Infraestructuras de Sistemas de Débil Tensión por parte de la empresa Vitelsa. Este plan, según explica el responsable, “intenta aglutinar todos los sistemas de bajo voltaje, desde los PCs a los aplicativos, las cámaras de vídeo vigilancia o el detector de incendios y los sistemas de ticketing”.
Surgen así los diferentes dominios sobre los que se irá levantando la tecnología: en el ámbito operativo se encuentran los de control de acreditaciones y de accesos, la información al público, los medios de comunicación, la megafonía y el sonido ambiente, los sistemas de ventas-reservas de entradas, de gestión de colas y de ventas de restauración y merchandising. A ello se suman también los entornos de Seguridad y Control y los de Empresa, con sus sistemas empresariales y su ofimática.
Con la referencia de estos dominios se realiza un dimensionamiento aproximado, matiza Dalmau, “puesto que ahora mismo, a tres años vista, no podemos determinar el número exacto de ordenadores, de teléfonos, etc.”. Tanto es así que, cuando comiencen a concursarse los suministros de, por ejemplo, PCs, los pliegos técnicos no especificarán las configuraciones exactas, sino que se demandarán las equivalentes en 2008.
Asimismo, desde la organización se ha puesto el énfasis en tratar de ligar, en la medida de lo posible, los patrocinios a los suministros. Así, los ganadores de los concursos convocados tienen opción de convertirse en patrocinadores, ampliando así el número de posibilidades comerciales en la relación cliente-proveedor. Esta parece una buena vía de paliar el coste que suponen elementos, como los tornos de acceso, que sólo servirán para la Expo, sin posibilidad de reutilización posterior: “quizás los donemos para otros acontecimientos”, sugiere Dalmau.
En este contexto, desde la organización de Expo Zaragoza se ha sido lo suficientemente precavida para introducir un elemento que el propio Dalmau califica de “innovador”. Se trata de un concurso de homologación de todos los bienes que en breve se convocará. El responsable asegura que “de toda la lista de elementos con que contamos (el anillo de fibra, el cable, las cámaras, los ordenadores…) vamos a intentar que todos los proveedores se adapten al mismo tipo de hardware para reducir costes y facilitar el mantenimiento”. Ya desde un principio no se han contemplado a los proveedores pequeños que pudieran tener problemas de volumen de suministro o que posteriormente no se integraran bien con el Centro de Operaciones.
Desde la óptica más operativa, por un lado, se encontrará el Centro de Operaciones y, por otro, el Centro de Proceso de Datos que presumiblemente estarán ubicados muy próximos entre sí dentro del recinto ferial. El Centro de Operaciones se erige como el centro neurálgico en el que se reciben las señales de todos los sistemas, contando además con una serie de protocolos de actuación para responder rápidamente en caso de emergencias. Respecto a las comunicaciones, Dalmau está convencido de que se optará por telefonía IP.
El responsable del área de Sistemas señala que “lo ideal sería tener todo el despliegue acabado a principios de 2008, en enero o febrero, porque la Expo empieza en junio”. Sin embargo, la realidad es otra, y Dalmau prevé que “las grandes infraestructuras no estarán montadas hasta quizás abril o mayo, con lo que todo no va a poderse probar”. De hecho, “todo el tema de redes y de cableados lo iremos probando sobre la marcha, según se vaya construyendo”, puntualiza el experto.
Bajo estos condicionantes, los recursos humanos pasar por ser el elemento clave, puesto que no sólo se han aprovechado experiencias de instalaciones o eventos pasados (Expo de Sevilla, Port Aventura, Fórum de Barcelona, etc.) sino que buena parte de los equipos se conforman con profesionales que en su día estuvieron activamente implicados en estos proyectos.
Además, cuando el proceso esté más avanzado, se configurará una oficina técnica compuesta por consultores externos que han participado en acontecimientos del calibre de los Juegos Olímpicos de Atenas.