La facturación total de la compañía en 2006 ascendió hasta 28.721 millones de euros, con un incremento del seis por ciento respecto a la de 2005 incluyendo las adquisiciones de Albacom e Infonet. A la cifra total de ingresos, los servicios de nueva generación contribuyeron con 9.246 millones de euros, es decir, que a lo largo del ejercicio gozaron de un crecimiento del 38 por ciento y ya representan un tercio de la facturación del Grupo. La positiva progresión de esta área, que contempla el negocio de banda ancha que ya suma 7,9 millones de usuarios finales, compensó el declive de los ingresos asociados a los servicios tradicionales, que descendieron un cinco por ciento.
Durante la comunicación de los resultados, el CEO de la operadora, Ben Verwaayen, subrayó que «BT es una verdadera compañía global que proporciona servicios en más de 170 países» y como muestra de ese carácter destacó que «el 20 por ciento de los contratos de servicios de redes TI se han ganado fuera del Reino Unido».
No obstante, además de la globalización, los operadores afrontan un reto clave: la convergencia; y en ese sentido, BT juega con desventaja frente a sus principales competidores puesto que «la carencia de un negocio móvil es un inhibidor clave de la empresa a largo plazo», como ha señalado el experto en telecomunicaciones en Ovum, Mike Cansfield.