La trasformación emprendida por Ericsson España tras el desierto de 2002 permitió a la compañía iniciar en 2004 un proceso de recuperación que se ha mantenido en 2005. La filial española del grupo sueco ha cerrado su último ejercicio con un beneficio antes de impuestos de 73 millones frente a los 53 millones de 2004. El negocio total de Ericsson España ascendió a 758 millones de euros, una cifra que supone un crecimiento del 31 por ciento respecto a los 582 millones correspondientes al ejercicio previo, que en gran medida se deriva de los buenos resultados cosechados en servicios. De hecho, éste área gozó en 2005 de un crecimiento del 60 por ciento hasta generar 350 millones, es decir, el 46 por ciento de la facturación total. El resto se reparte entre el área de Infraestructuras, y el de Soluciones y Aplicaciones, que “cada vez es más importante en la generación de nuevos ingresos”, de acuerdo con el consejero delegado de Ericsson España, Ingemar Naeve.
“Hemos pasado de ser una compañía de creación y exportación de hardware, a ser una compañía de conocimiento”, afirmó Naeve, que destacó el peso de las ventas en el mercado español en el total de Grupo y el nivel de competencia de sus recursos humanos. “Ericsson España genera el cinco por ciento de las ventas globales y aporta del cinco por ciento de los recursos globales”, señaló el directivo refiriéndose al Centro Global de Provisión de Servicios de Ericsson en Madrid, que a día de hoy proporciona servicio a 108 operadores de la región sur de EMEA; así como a su Centro de I+D, uno de los cinco a nivel mundial especializado en aplicaciones IP y bases de datos para la gestión de usuarios. Ambos centros, que se han unificado en una única sede en la que trabajan cerca de 1.000 ingenieros (460 en el GSDC y 480 en el Centro de I+D), “en 2005 han exportado conocimiento por valor de 99 millones”, subrayó Naever.
