¿Puede hacer un balance del 2008 que acaba de cerrarse?
Aunque nuestro ejercicio fiscal se cierra en marzo, si comparamos en periodos naturales, ha sido un buen año, ya que hemos registrado un crecimiento del 21 por ciento. Esperamos cerrar el próximo trimestre con un incremento interanual del 20 por ciento. Esto se traducirá en una facturación de 53 millones de euros frente a los 46,5 de marzo de 2006. Sería el sexto consecutivo con crecimientos superiores al 15 por ciento, lo cual supone un logro para nosotros. Sobre todo porque si al principio podía parecer más fácil esta evolución, mantener este crecimiento es algo de lo que me siento especialmente orgulloso.
¿Cómo se han repartido los ingresos por productos y sectores de actividad?
Nuestra gama de multifuncionales representa el 60 por ciento de los ingresos totales, mientras que el segmento de impresoras láser cosecha el 40 por ciento. En ambos casos, se incluyen todos los negocios relacionados (consumibles, servicios). En cuanto a mercados, dadas las características del mercado español basado en la Pyme, nuestro canal de distribución está muy afianzado en este segmento, por lo que acapara el 80 por ciento de nuestros ingresos frente al 20 por ciento de la gran cuenta.
¿Qué hitos destacaría en 2007?
Este ejercicio ha significado para nosotros la puesta en marcha de dos proyectos fundamentales. En primer lugar, el afianzamiento de la línea de productos multifuncionales en color. El pasado mes de septiembre lanzamos una gama nueva bastante competitiva en la que hemos basado nuestro crecimiento. El segundo reseñable tiene que ver con la puesta en marcha de la división Kyocera Business Services con el enfoque de ofrecer cada vez más servicios de impresión más que un mero producto. No solamente servicios de impresión sino de outsourcing. Para llevar nueve meses, los resultados son muy prometedores y creemos que es una apuesta estratégica que queremos reflejar en el futuro: convertirnos en un suministrador de servicios de impresión.
Con respecto a la gran cuenta, ¿cuáles son sus planes y que ingresos supone para la compañía?
La gran cuenta es un reto a corto plazo. Estamos consiguiendo cada vez mayor penetración. Antes estábamos muy basados en el canal de distribución pyme, y progresivamente estamos montando una estructura para poder vender en la gran cuenta de la mano de los integradores de sistemas. El ratio en el que nos sentiríamos más cómodos sería 70% (pyme) y 30% (gran cuenta). Para ello contamos con integradores con los que trabajamos a nivel global como son Bechtle, SCC, Compusoft.
¿Cuál es la relación de Kyocera con la Administración?
Estamos homologados directamente con la Administración Pública y supone también un área muy importante.
En cuanto a la estrategia, Kyocera fue pionera en el concepto coste por página, ¿Cómo se ha ido desarrollando esta política y cuál ha sido la aceptación por parte de las empresas?
El hardware cobra cada vez menos importancia, nos da igual que imprima un multifuncional o una impresora. Queremos llevar la discusión del precio al coste. Creemos que el precio no es lo importante para los dispositivos sino el coste real impresión para las impresoras. La campaña ‘Pague sólo por lo que imprima’ ha obtenido éxitos importantes estos dos años y estamos consiguiendo que las empresas no tengan que invertir en la compra de equipos. Actualmente tenemos más de 10.000 contratos de precio por página, incluyendo el dispositivo como el mantenimiento.
¿Considera que la imagen de Kyocera está demasiado asimilada al concepto de copiadora frente al de impresora que es el más estratégico para su compañía?
Es posible. Históricamente la compañía se fundó en España en 1985 con el nombre de Mita asociada al mercado de la copiadora y luego fue absorbida por Kyocera en 2002. Quizá esa percepción pueda ser real, pero se trata de una discusión superada por lo que comentaba antes de nuestra orientación a servicios.
En su opinión, ¿La impresión está considerada el ‘patito feo’ de las inversiones TI de las compañías?
Los costes de impresión son los grandes desconocidos de las empresas. Hace tres años hicimos un estudio con Sigma 2 y la conclusión fue demoledora: 8 de cada 9 empresas desconocen cuáles son sus gastos de impresión. E incluso las que decían saberlo, no tenían todos los datos. La segunda conclusión es que en empresas de determinado tamaño los costes de impresión pueden suponer hasta un tres por ciento de los resultados operativos. Por eso nuestra estrategia está abocada a la transparencia de costes. Para ello, ofrecemos la herramienta Printer Economic Check en nuestra página web, donde el cliente puede ver un estudio comparativo de costes con cualquiera de nuestros productos. Tenemos una garantía de indemnización por la que podemos garantizar que cualquier dispositivo nuestro puede ahorrar más del 50 por ciento de sus costes de impresión. En caso contrario, se le devuelve el dinero y se le regala la impresora.
¿Cuál es la evolución que está experimentando el mercado de la impresión corporativa?
El mercado de multinacionales es un mercado muy maduro y de impresión también. Se está produciendo una transferencia de los hábitos de compra del blanco y negro al color. El mercado de color presenta grandes oportunidades a las empresas y grandes riesgos (dado el coste medio de una página). Esta tendencia favorece nuestro enfoque estratégico.
¿Cuáles son sus objetivos de futuro?
Nuestro objetivo marcado a tres años es conseguir una cifra de facturación de 100 millones de euros y la única forma es hacerlo a través de un crecimiento continuado en torno al 25 y 30 por ciento anual. Los antecedentes son muy positivos y vemos grandes oportunidades de negocio.