Los resultados de Intel se han convertido en un claro indicador de cómo está la situación del mercado. Y lo que muestran es un indicio de recuperación. De hecho, Paul Otellini, presidente y CEO de la compañía, ha declarado que, “los resultados obtenidos por Intel en el segundo trimestre reflejan una mejoría en el segmento de mercado de los PC, con nuestro crecimiento más sólido registrado entre el primer y el segundo trimestre del año desde 1998, y tenemos claras expectativas para el segundo semestre, una temporada tradicionalmente más fuerte”.
Intel, que predijo que había tocado fondo en los resultados de su primer trimestre de año, ha obtenido ahora en los siguientes tres meses una facturación de 8.024 millones de dólares, 879 millones más que en el anterior periodo, pero 1.446 millones menos con respecto al segundo trimestre del año pasado. Pero estos resultados no han sido tan malos. Aparte de superar con creces los pronósticos de Wall Street -esperaban unos ingresos de 7.280 millones de dólares-, Intel ha registrado un beneficio neto de 1.049 millones de dólares, pero la obligación de tener que pagar la multa impuesta por la Comisión Europea de 1.440 millones le ha hecho asumir una deuda de 398 millones de dólares.
Pero lo verdaderamente importante de este segundo trimestre para Intel ha sido el margen bruto, uno de los indicadores que más preocupan a los inversores. El fabricante de procesadores ha publicado un margen bruto del 50,8 por ciento cuando los analistas esperaban que éste fuera del 46,37 por ciento.
Geográficamente hablando, la región de Asia-Pacífico es el mercado más importante de Intel con un 55 por ciento de las ventas; le siguen las Américas con un 21 por ciento, Europa con un 14 por ciento, y Japón con un diez por ciento. Destaca que las ventas en Europa han descendido bastante ya que en periodos anteriores constituían el 18 por ciento del negocio de la compañía.
Y por áreas de negocio, el grupo de movilidad es el que mejor funciona dentro de la compañía con unos ingresos en este segundo trimestre de año de 2.550 millones de dólares, -aunque hace un año las ventas fueron de 2.740 millones. Y el grupo de empresas también ha bajado con una facturación de 3.420 millones de dólares cuando el año anterior era de 4.100 millones.
De cara al tercer trimestre, la compañía esta vez sí se ha atrevido a facilitar un pronóstico: prevé obtener una facturación de 8.500 millones de dólares y un margen bruto del 53 por ciento. Para el total del año Intel sí se abstiene de dar una perspectiva.
Paul Otellini afirma en este punto, que “el inventario del canal de distribución está en buena forma pero a unos niveles más bajos de lo que nos gustaría. Además, aunque el consumo, especialmente en el segmento de los notebooks, se está recuperando, la demanda de empresas todavía es débil e Intel no espera que venga un ciclo importante de actualización de hardware. Además, tampoco esperamos un desarrollo en servidores en los próximos años dada la construcción de centros de datos para cloud computing. No obstante, los clientes empresariales evaluarán Windows 7 en agosto y septiembre y podrían comprarlo en 2010”.
