Varios son los indicadores que auguran un viso de recuperación en el maltrecho mercado de PCs. El primero fue Dell al anunciar una cierta estabilidad, -aunque no crecimiento-, en sus resultados de su segundo trimestre fiscal. Aunque en este periodo, su facturación ha disminuido un 22 por ciento respecto al mismo trimestre de 2008, el fabricante prevé un respiro generado por el ciclo de actualización, que se espera en el segmento empresarial en 2010. De hecho, ha anunciado que su negocio Enterprise ha subido un tres por ciento de forma secuencial.
Por otro lado, la Asociación de Industrias de Semiconductores (SIA) ha publicado que las ventas globales de procesadores han aumentado un 5,3 por ciento este mes de julio respecto al mes anterior, lo que refleja un incremento en la demanda de productos como los netbooks y terminales móviles. Las ventas mundiales de semiconductores han sumando 18.200 millones de dólares, “el quinto mes consecutivo de incremento secuencial que refleja una mejor demanda en el sector de consumo”, ha declarado George Scalise, presidente de la Asociación.“Las inversiones en TI por el sector empresarial seguirás siendo moderadas por la cautela y por los ciclos de reemplazo, que ahora son más largos. También hay evidencias de un retorno a las tendencias estacionales de la industria”, añade.
Y ahora la proyección financiera de Intel se ha convertido en otro posible factor revitalizador de la industria de PCs. El fabricante de procesadores ha revisado al alza sus pronósticos en cuanto sus resultados trimestrales. Espera unos ingresos en su próximo trimestre de entre 8.800 y 9.200 millones de dólares, cuando el mes pasado preveía una facturación de entre 8.100 y 8.900 millones; y un beneficio neto en el rango del 51 al 55 por ciento.
No obstante, varios son los analistas que difieren en cómo de fuerte será este rebote. Algunos de ellos predicen que la recuperación en la demanda empresarial tardará más tiempo en desarrollarse y será menos pronunciada de lo que se espera, ya que la caída de los precios y otros cambios en los patrones de comportamiento de compras producirán más ventas en la parte de consumo.