Mona Biegstraaten, directora de CIOnet España
Probablemente, queridos lectores, la frase “ha sido el peor año que se recuerda” se haya convertido en una de las más leídas y pronunciadas durante el recientemente clausurado 2009. Decrecimiento de nuestro PIB, deflación, aumento del paro… han sido máximas que nos han llevado del asustado desconcierto inicial a la intranquila rutina con la que poco a poco hemos interiorizado las cifras, y hemos pasado de analizar las causas que nos han llevado a esta situación a buscar las soluciones que nos conducirán a salir de ella. Un avance sin duda positivo, en este baile de cifras del que es difícil abstraerse.
Pero son muchas más las reflexiones que deberían llevarnos al optimismo. Como apuntaba mi buen amigo Ambrosio Rodríguez, director de esta publicación, esta crisis no ha sido la de nuestro sector, por mucho que nos hayamos visto afectados por la inevitable globalidad de la economía. Y, en una reflexión quizás más filosófica, aunque para ello tengamos que alargar el plazo de nuestras previsiones, la quiebra de nuestro modelo económico tradicional nos da una oportunidad a los sectores más pioneros e innovadores – en los que no se cuestiona nuestra indiscutible y necesaria presencia – para construir un nuevo futuro y cimentar el crecimiento de nuestra economía.
Al margen de estas valoraciones, con las que probablemente todos coincidimos, si hay un dato de nuestro entorno profesional que nos acompaña de manera omnipresente en las fiestas navideñas y en la entrada al nuevo año, es, sin duda, la palabra presupuesto. Nos acompaña a todos, proveedores y usuarios, como primer punto de unión entre ambos mundos. Y lo cierto es que todos nosotros buscamos un número, aunque esta cuantificación no esté exenta de numerosas variables que hacen difícil convertir nuestras expectativas en algo tangible.
Primeramente, nos servimos de datos de analistas que nos valen para delimitar un contexto, aunque tengamos para ello que meter en un mismo saco diferentes frutas. Antes de finalizar el pasado año, Gartner apuntaba una reducción a escala mundial de los presupuestos de tecnología para este año, y una leve recuperación en 2011. Aunque no debemos olvidar que estamos en un sector netamente deflacionista, donde la madurez de una determinada tecnología comporta necesariamente una caída de precios, lo que de nuevo dificulta la valoración. Otra variable que la complica es la relativa a los meros plazos temporales, que se han ido acortando tanto para los cambios de ciclo económico como para la realidad empresarial, donde el trimestre empieza a cobrar cada vez más importancia como unidad de tiempo. Alguno de los miembros de nuestro Consejo Asesor, CIO de una gran empresa, me comentaba cómo su presupuesto de 2009 había sido “revisado” en más de tres ocasiones durante el mismo ejercicio… Coincidirán conmigo en que así es difícil anticipar una previsión con un cierto grado de exactitud…
Dicho todo lo cual, llega el momento de sumarme al baile de cifras, y apuntar algunas líneas generales de cómo vemos desde nuestra comunidad este año que entra. A grandes rasgos, y amparándome – como seguro entenderán – en la privacidad de nuestra red, son muchos los CIO que han visto considerablemente reducido su presupuesto de cara a este ejercicio. No obstante, una buena parte de las empresas han sufrido ya en 2009 un considerable recorte, con lo que la expectativa para este año es quizás más halagüeña. Si he de apuntar un dato, aún a riesgo de poner en tela de juicio su validez estadística, podemos esperar una contención presupuestaria de entre el 7% y el 15%. Si bien dicha reducción va a estar ligada a la propia evolución de los negocios y al esperado cambio de ciclo, que muchos – la mayoría – apuntan para el segundo semestre.
Bajando un escalón en estos argumentos, el recorte aplicará más a las áreas de desarrollo, que son asimismo las que permiten un mayor juego por parte de los departamentos de tecnología, reduciendo el número de proyectos o alargando el plazo de su ejecución, sin que ello signifique necesariamente un recorte. Las áreas de explotación, más penalizadas durante el pasado ejercicio, no se verán tan castigadas, ya que el margen para la mejora es considerablemente menor.
En cuanto a la temática a abordar, virtualización, consolidación y estandarización son vocablos que sonarán con fuerza a lo largo de este año, junto con otras iniciativas que comienzan a abrirse un hueco en la realidad de los presupuestos: viabilizar el cloud computing e implantar un mejor gobierno de la TI son dos de los más destacados ejemplos. En este sentido, son muchas las organizaciones que han comenzado a abordar la gestión del sourcing y de la demanda interna como una de sus prioridades de cara a la racionalización de sus estructuras y orientación hacia sus respectivos negocios, y a la búsqueda de mejores y mayores eficiencias a nivel operativo, táctico y estratégico. Nuevas metodologías en la línea de una mejor gestión del rendimiento y medición del retorno, como puede ser el caso del ValIT, empiezan a cobrar fuerza en todas las organizaciones, sobre todo aquéllas de mayor tamaño. Iniciativas todas con la principal premisa de reducir costes y contribuir a la mejora de la productividad del negocio, objetivos principales y casi exclusivos de las dotaciones presupuestarias vigentes.
Respecto de la tipología de costes, el año 2009 comportó una considerable reducción del CAPEX, como primera partida afectada por una situación de crisis. Este año veremos una recuperación de los presupuestos destinados a estas partidas, lo que no deja de ser síntoma de una recuperación incipiente en el sector, aunque los niveles seguirán alejados de los de hace tres y cuatro años.
En definitiva, y sin querer mitigar la incertidumbre y dificultad de este año, desde CIOnet estamos firmemente convencidos de que es y será el año del cambio de ciclo, y, como tal, las TIC han de estar preparadas para asumir, de una vez por todas, su indispensable papel como garante de la estrategia empresarial, soslayando las dificultades del corto plazo.
Sin olvidar las dificultades y los muchos retos, pensemos también en los horizontes que nos aguardan en la distancia, y los numerosos caminos que construir para alcanzarlos. Y recordemos, como decía un buen amigo, que cuando se apunta a la luna, sólo el tonto se queda mirando el dedo.
Presupuestos del CIO: El año del cambio de ciclo
Al margen de estas valoraciones, con las que probablemente todos coincidimos, si hay un dato de nuestro entorno profesional que nos acompaña de manera omnipresente en las fiestas navideñas y en la entrada al nuevo año, es, sin duda, la palabra presupuesto.
Publicado el 16 Feb 2010
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