La virtualización se configura como una de las tendencias de mayor impacto en los escenarios TI y, por ende, en el negocio. Inicialmente aplicada a la reducción de costes y la consolidación, la virtualización pone ahora a prueba su potencial en asociación con los avances en automatización y gestión de servicios TI con la mirada puesta en facilitar la evolución que exige el salto al modelo de cloud computing, un entorno en que la virtualización se ha consolidado como tecnología de base o tecnología puente.   La virtualización constituye una de las tecnologías clave para 2011, un año en el que, según Gartner, se habrán desplegado más máquinas virtuales que desde 2001 a 2009. Esta tecnología, que en ningún caso debería llevar la etiqueta de ‘nueva’ puesto que se aplica desde hace décadas en la partición de los mainframe y en la disolución de lo físico por lo lógico en otros entornos como el almacenamiento y el networking, se expande con inusitada fuerza a todos los niveles en los Centros de Proceso de Datos (CPD).   El acicate de la virtualización es evidente y fundamentalmente radica en su potencial para facilitar el aprovechamiento de los recursos y de determinadas arquitecturas frecuentemente infrautilizadas, aunque su alcance es más amplio: agilidad, automatización, flexibilidad o continuidad son conceptos que también entran en su órbita.   En cuanto a la primera aplicación, las arquitecturas x86 constituyen un buen ejemplo y el recientemente publicado Cuadrante Mágico de Gartner de Infraestructura de Virtualización para Servidores x86, en el que aparecen tres líderes -Citrix, Microsoft y VMware y tres jugadores de nicho -Oracle, Parallels y Red Hat- más allá de ser una buena clasificación, es un cuadro que perfila tendencias transportables a otros entornos.
  En este específico mercado y según Gartner, VMware lleva la delantera en cuanto a visión y habilidad para ejecutar, lo cual no es extraño ya que la compañía introdujo sus soluciones en el mercado de servidores x86 hace ya una década y, como veterana, ha sido capaz de trasladar el foco desde los costes a otros aspectos que a fin de cuentas son los que garantizan el crecimiento. Y es que como comenta el director técnico de VMware Iberia, Alejandro Solana, “inicialmente utilizada para la reducción de costes, la virtualización de servidores es cada vez más adoptada por las organizaciones para aumentar la velocidad de los procesos, crear soluciones de recuperación ante desastres y mejorar la disponibilidad”.   Por su parte, los otros dos líderes Citrix y Microsoft tienen hoy por separado una cuota de mercado superior a la que sumaban ambas juntas hace un año. Gartner considera que el aumento del peso de Microsoft en este campo se debe sobre todo a la adopción de esta tecnología no sólo por las grandes organizaciones, sino también por cada vez más de empresas de mediano y pequeño tamaño. “A comienzos de 2011, el 21% de los servidores virtuales utilizaban Hyper-V, lo que supone un aumento en la cuota de mercado del 6,2%, y esta tendencia continuará con la llegada de Windows Server 8”, constata el jefe de Producto de Windows Server en Microsoft Iberia, Emilio Paz.   Citrix está sacando partido de su fortaleza en virtualización desktop y expandiéndose en el entorno servidor con su propuesta XenServer, donde juega a dos bandas. “Si bien la alianza de Citrix con Microsoft impulsa en muchos proyectos de virtualización del desktop la solución de Hyper-V”, reconoce el director general de Citrix Iberia, Santiago Campuzano, “la opción de XenServer, basada en tecnología open source, siempre ofrece una alternativa diferente que además queda englobada y soportada desde un único fabricante”.
Gestión, el quid
De la mano de uno, de otro o de varios proveedores, las organizaciones usuarias reconocen de forma generalizada las ventajas de la virtualización, pero tampoco ignoran que la virtualización supone también un reto en tanto que echa por tierra la ortodoxia de las infraestructuras TI tradicionales e implica la reescritura de las reglas que se aplican tanto a la adquisición y la planificación de las TI, como a su despliegue y gestión.   Microsoft ha tomado buena nota de esta realidad y, como señala Paz, “con el nuevo System Center Virtual Machine Manager 2012 seremos capaces de gestionar máquinas de virtuales de VMware y Xen Server, permitiendo a los clientes conservar sus infraestructuras que por ahora no están virtualizadas con Hyper-V”.   La gestión o, quizás mejor dicho, la multigestión, emerge por tanto como un aspecto clave que está llevando a los proveedores a redefinir su enfoque y abrir su foco. Y es que en el futuro, con el punto de mira puesto en el cloud computing, la virtualización y automatización de infraestructuras serán gestionadas por políticas a un nivel de servicios de negocio, lo cual exige el trabajo en armonía de todas las partes de la infraestructura. “Debido a la proliferación de recursos virtuales”, confirma el director de Preventa de la división Enterprise Storage, Servers & Networking de HP Española, Jorge Fernández, “una virtualización carente de una estrategia de gestión sólida no puede cubrir las expectativas; por lo tanto, la verdadera diferenciación se encuentra en las herramientas de gestión y si contamos con una buena estrategia de gestión, podremos optar por soluciones mixtas sin que esto nos genere ningún coste oculto”.   Por otro lado y a razón de la incertidumbre que prevalece y parece estar llamada a mantenerse en el mercado a corto y medio plazo, la advertencia de los expertos apunta a no seguir en exclusiva la visión de un proveedor específico, sino en definir una visión propia que esté en evolución constante en base a un plan estratégico. “A medio plazo”, recomienda el vicepresidente y analista distinguido de Gartner, Thomas Bittman, “alinea tu estrategia de virtualización con el negocio, evita la sobrevaloración de ningún proveedor y se muy consciente de las políticas de precios y el modelo de licenciamiento”.
La nube en el horizonte
La virtualización se ha consolidado como tecnología de base o tecnología puente en el viaje hacia el cloud computing. “El servidor de arquitectura virtualizada x86 es ahora considerado como la tendencia mayoritaria y la vía estratégica hacia el cloud computing, cada vez más presente en todo tipo de organizaciones”, aprecia el director técnico de VMware, Alejandro Solana, que considera que “este año será muy interesante desde el punto de vista de los servicios cloud proporcionados por terceros, que ya proveen de servicios cloud al mercado utilizando nuestras soluciones y tecnologías”.   En esta evolución y teniendo en cuenta, como apunta el director de Marketing y Sistemas Corporativos de Bull Computing Solutions, Carlos Mesa, que “la virtualización de servidores, del puesto de trabajo, de las aplicaciones, del almacenamiento y de las redes constituyen los principales polos en los que se están aplicando distintas tecnologías y niveles de virtualización”, nuevamente la gestión emerge como el reto y así “la integración ordenada y coherente de cada uno de ellos es un factor clave para construir el camino hacia el cloud computing”, subraya Mesa.
  En la misma idea insiste Iñigo Olcoz, especialista en Virtualización para EMEA de EMC, para quien, una vez que la mayoría de las empresas han avanzado en la adopción de la virtualización, “los siguientes pasos, con el objetivo de ofrecer un mejor servicio al negocio y la consecución de mayores ahorros, van encaminados a ofrecer servicios de autoprovisión de TI, simplificación en la gestión y operación de sus infraestructuras y una reducción en el time to market de sus productos”.