La proyección de cloud computing a diez años vista fue la idea central del almuerzo de trabajo organizado por Computing, en colaboración con Ibermática, y en el que participaron portavoces representativos de compañías vinculadas con la nube como son Google, Microsoft, HP, BT y la consultora Penteo. Juan Ignacio Sanz, director de Servicios de Infraestructuras de Ibermática, fue el encargado de poner sobre la mesa el punto de partida del debate: “nos preguntamos si los servicios cloud son una tecnología más de las que afloran cada ciertos años o se trata de un nuevo paradigma en la provisión de servicios TI que viene a cambiar las estructuras del sector, tanto el rol de los fabricantes de hardware, los desarrolladores de software o las operadoras”.
Su argumentación se asienta en que fabricantes como HP e IBM han dejado de fabricar máquinas para ofrecer servicios cloud, Microsoft y Google avanzan en la misma dirección, y las telco también se enfocan desde la nube. Por otro lado, los clientes están afrontando de forma distinta sus decisiones estratégicas en torno a la adquisición de tecnología, poniendo mayor foco en los servicios, lo que supone un cambio radical del rol del CIO. “Nosotros como integrador tocamos los diferentes roles y podemos constatar el cambio estructural que está operando el sector y creemos que la consecuencia final para los clientes va a ser beneficiosa, ya que abarata en última instancia la forma en que se accede a las TI”, sostiene el representante de Ibermática. Luis Pérez Camacho, Sales Engineering Manager de Google Enterprise, prefiere eludir el concepto de tecnología de futuro, porque “para Google, cloud no es un futurible, es un presente, ya que nació dentro de la nube y no podría funcionar sino dentro de ella”.
Las empresas han venido invirtiendo en licencias de software, pero hoy existe una tecnología probada por millones de usuarios que es la web y Google apuesta por ello, y no considera que se trate de una revolución. Albert Delgado, director general de Penteo, rebaja el acento de este discurso triunfalista ya que, según expone, la mayoría de las empresas cuentan con activos TI, y no tienen en la nube sus sistemas de forma mayoritatia. Y coincide con Sanz al afirmar que cloud es un cambio absoluto de las reglas de juego del modelo de cómo se gestionan las tecnologías, cómo se integran en las organizaciones y cómo se accede a ellas.
Ignacio Amorrortu, responsable de Portfolio y IT & Cloud Services de BT, considera que el concepto cloud es antiguo: “en 2002 Nicholas Carr con ‘IT doesn´t matter’ preconizó que las TI eran una utility como el agua y la electricidad como consecuencia de la estandarización. La tecnología ha avanzado y este escenario ya es posible”. Amorrortu prefiere plantear cloud en términos de evolución y revolución: “una evolución sobre las ventajas del outsourcing con los atributos que la tecnología te da en pago por uso, tiempos de respuesta, provisión… La revolución está por venir, ya que estamos en la curva inicial de adopción. Hay empresas innovadoras como Google que ya lo han hecho, pero el 90% de ellas no ha empezado a utilizar este tipo de modelos”. En su opinión, cloud te permite pensar en la computación de una manera diferente y en el futuro habrá nuevos modelos de negocio, como por ejemplo el Internet de las cosas donde todo va estar en la web de forma ‘pervasiva’ y “eso sólo se puede hacer con unas capacidades de computación masificadas y estandarizadas, y nuestra convicción es que la prestación de servicios en cloud tiene una dependencia grande de la red, cuyas capacidades tenemos que habilitar para poder canalizar las nuevas funcionalidades”.
El punto de vista de HP lo aporta Pablo Ráez, Cloud Business Development Manager: “la evolución de la nube en diez años va a ser más rápida de lo que esperamos, como ha sucedido con las redes sociales, donde los usuarios han sido los primeros y después han sido las empresas las que han acudido y ya todas ponen su logo de Twitter o Facebook”, indica, convencido de que las empresas que lo están probando lo van adoptar de forma muy acelerada. Si bien, considera que es necesario determinar qué tipo de cloud es el más adecuado, privado, público o híbrido.
Albert Esplugas, director de Estrategia de Plataforma de Microsoft, opina que “los usuarios ya ven el cloud como funcionalidad y por ello esa transición a la nube se va a producir antes de lo previsto”. Será una evolución táctica: mientras que las grandes verán en el cloud una reducción de costes, otras pequeñas que no se podían plantear ese tipo de servicios tienen en la nube una forma de acceder a las TI, lo que Esplugas resume como la democratización de las TI. En este punto coincide Albert Delgado: “el gerente de la pyme no quiere tener tecnología y la mutualización del cloud le permite acceder a esas funcionalidades”, si bien “existe un desconocimiento por parte de las empresas, que no saben lo que significa y están al albur de los mensajes del mercado”.
Delgado llama la atención sobre la situación: “estamos en la tormenta perfecta donde hay muchas discontinuidades como el cloud, la consumerización y las redes sociales, y los CIO tienen dificultades en saber cómo les afecta todo en su rol y los gerentes desconocen el peaje que tienen que pagar en pérdida del control, de seguridad, etc.”. El portavoz de Google considera que cloud no sólo aporta beneficios inmediatos a la pyme sino también a la gran empresa, “ocho de cada diez euros de gasto TI se dirige hacia el mantenimiento, lo cual no aporta valor al CIO, algo que se elimina con un movimiento hacia el cloud”. Sanz, desde Ibermática, piensa que “las organizaciones se están replanteando hasta qué punto determinadas inversiones en TI son estratégicas. Sus CPD están infrautilizados, con máquinas que sólo utilizan el 20% de su capacidad y apenas se aprovecha el 20% del software. Igual que en automoción se impuso el ‘just in time’ para fabricar de forma eficiente, cloud llega para poner negro sobre blanco esta problemática”.
El CIO, el broker TI
Para Ráez de HP, las startups tienen muy claro ir a la nube, el tema cambia cuando se consigue masa crítica: “el CIO es el broker que decide lo que se queda fuera y dentro de la nube. Tendrá que jugar con varias posibilidades. Lo que no es core irá con mayor rapidez, ya que hay inhibidores como la privacidad de los datos. Ahora tienen una capacidad de decisión que antes no tenían”. Aquí difiere la percepción de Penteo, ya que “los CIO siempre han tenido esa capacidad con el outsourcing. Lo que pasa es que hemos hecho madurar el cloud antes de tiempo. Parece que los modelos de provisión están claros y cuando hay problemas de seguridad ponemos etiquetas para salvar las objeciones. No tiene sentido hablar de cloud pública, híbrida o privada, cuando cloud es todo… hasta que no le quitemos el apellido, la nube no se consolidará”.
Amorrortu añade otro aspecto que viene a enriquecer la labor del CIO: “con el cloud se asegura la provisión y se pueden atender otras tareas de valor añadido, para responder mejor a los requerimientos del negocio y de la innovación. Mientras, y según Esplugas, “el CIO va a ver simplificada una parte de su labor, pero tendrá que seguir gestionando la complejidad TI. Sus decisiones de tomar de dentro o de fuera van a ser estratégicas, su empresa va a depender de cómo contrate. Tendrá más tiempo para buscarle el valor a las tecnologías y podrá estar más cerca del negocio”. Las miles de entrevistas a CIO que realiza Penteo confirman la preocupación actual. Delgado lo tiene claro: “los CIO que aprovechen las ventajas competitivas de las aplicaciones para simplificar y reducir costes de operación, y se asocien al negocio para crear nuevas cosas lo tendrán todo favorable. Los que se centren en la provisión serán irrelevantes”. En último término, Juan Ignacio Sanz aventura que en diez años, “habrá CIO que no tengan activos informáticos, podrán ser motor de la innovación y la parte de operación TI desaparecerá”.