Siempre me ha rondado en la cabeza un tema acerca de las Tecnologías de la Información y las necesidades de los usuarios. De la misma manera que nos podemos devanar los sesos tratando de deducir qué fue antes si el huevo o la gallina, lo mismo sucede con algunas herramientas informáticas que cubren unas tareas que tampoco se hubieran puesto en marcha si no se hubiesen inventado, pero que ahora nos parecen imprescindibles para nuestro trabajo. Viene esta divagación al caso de una reciente tertulia sobre Bring Your Own Device, en la que cuestionábamos a nuestros invitados si este fenómeno era más marketing que realidad. La verdad es que el término BYOD les ha salido redondo a los artistas de la promoción, pero no oculta una realidad que se está imponiendo. Los usuarios son cada vez más hábiles y se sienten implicados con sus smarphones y tabletas, que además de aportarle de cierto look de modernidad, les hace sentirse plenamente integrados en la tribu de los ciudadanos digitales, capaces de acceder a la información que precisan, en cualquier momento y lugar. Los dispositivos móviles son una auténtica herramienta eficaz para aquellos que saben sacarle partido, haciendo uso de las miles de apps que proliferan sin descanso, el ‘guasap’ (WhatsApp), la geolocalización o las propias funciones de Internet. Todo ello tarde o temprano está desembarcando en las empresas, no porque lo precisen sino porque la tecnología empuja como un río desbordado. De la misma manera, las redes sociales se consideraban hace tres años como algo propio de quinceañeros y las grandes organizaciones ahora alaban sus cualidades como herramienta para sostener su prestigio corporativo. La verdad es que el sector TIC sabe hacer virtud de la necesidad, aunque a veces sean necesidades ‘cogidas por los pelos’.
¿Qué fue antes las TI o la necesidad del cliente?
Como el enigma del huevo y la gallina, a veces me planteo qué fue antes la necesidad del negocio o la aplicación concreta.
Publicado el 03 Jul 2012
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