El mercado de los portátiles español está sufriendo un nuevo varapalo, con una dura caída del 28% de las ventas durante el primer semestre del año, debido al retraimiento de la demanda y a la erosión de las tabletas. Pese a este escenario dramático, Toshiba parece surfear sobre la ola de la crisis, con un incremento de sus ventas del 18%, lo que se traduce en unas 150.000 unidades vendidas.
Pero el crecimiento también se materializa en facturación como asegura Alberto Ruano, director general de Toshiba España, quien adelanta un “crecimiento consolidado por encima del cien por cien para el segundo trimestre”. Estos datos positivos tienen su origen, en palabras de Ruano, “la confianza que nuestra marca tiene entre los clientes y en nuestra política de no invadir de stock el canal de distribución, una práctica que ha llevado a la ruina a algún competidor”.
En este punto, Jorge Borges, director de Marketing de Toshiba, comentó que “crecer un cien por cien en sell in, nos ayuda a un crecimiento sostenible, porque lo importante son las ventas efectivas”. Según explica Borges, “el mercado va decrecer este año en torno al 20% y nosotros vamos a seguir creciendo”.
La apuesta de Toshiba por el Ultrabook también parece sólida y el hecho de que el 60% de sus ventas de portátiles recalen en el mercado profesional, le hace más inmune a los altibajos del segmento de consumo.
De nuevo el sector de educación es el gran valedor de Toshiba, que sigue sintiéndose fuerte pese a los graves recortes aplicados por el Gobierno. Según aseguraba Ruano, “en mayo hemos entregado 29.000 equipos a una comunidad autónoma”. El diseño de productos especiales para educación también está dando réditos a la compañía.
Toshiba tiene sus esperanzas puestas en su división de Lighting, donde han crecido un 260%, gracias a proyectos de eficiencia energética y climatización. En estos momentos la subsidiaria ha cerrado sendos contratos de iluminación LED con nueve ciudades.
