Los CPD de todo el mundo consumen 30.000 millones de vatios, un 1,5% de todo el consumo mundial

Ser “verde” va más allá de un mero mensaje de marketing, la reducción de costes es ahora una prioridad, y lleva implícito renovar servidores, almacenamiento y conectividad.

Publicado el 15 Nov 2012

La inversión mundial en centros de datos se ha incrementado este año un 22%, pues ha pasado de 86.000 millones de dólares en 2011 a 105.000 millones en 2012. La mayoría de estas inversiones se han aplicado a la gestión de los centros y a las áreas de electricidad y mecánica, incluyendo soluciones SAI, equipamientos de refrigeración, y sistemas de gestión de la infraestructura del CPD. Sin embargo, los fondos destinados a los equipos de TI, -servidores, almacenamiento, switches y routers-, no han crecido tanto, tan sólo un 17%, pasando de 30.000 millones en 2011 a 35.000 millones este año.

Esta disparidad significa que las empresas han estado destinando más recursos a satisfacer la demanda energética de sus CPD. No en vano, el consumo energético se ha incrementado un 63% hasta los 38 gigavatios en este último año, y se prevé que continuará aumentando el año que viene. Asimismo, publicaba el New York Times que los centros de datos de todo el mundo consumen un promedio de 30.000 millones de vatios de electricidad, un 1,5% de todo el consumo mundial.

Muchas son las voces que se están alzando para denunciar que gran parte de este acrecentamiento en el consumo se debe a la ineficiencia de muchos centros de datos. Por ello, desde la industria se está abogando por aplicar nuevas técnicas de diseño de CPD, -como el centro definido por software-, que pueden mejorar significativamente la eficiencia del hardware del CPD, y así reducir sustancialmente los costes energéticos.

Para la mayoría de las empresas, las primeras iniciativas de Green IT que suelen abordar están dirigidas a reducir el consumo energético en los centros de datos, que están sobrecargados, mediante la virtualización de los servidores. Esto en sí, es un gran logro medioambiental, pero no es el único medio. También se pueden reducir las emisiones de carbono con otras tecnologías como favorecer el teletrabajo, el cloud computing, o las soluciones de colaboración en tiempo real, por no hablar de políticas de reciclaje o adquisición de nuevos productos más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

Sin embargo, hay un problema de fondo, y es que no todos los fabricantes de servidores y procesadores están aprovechando la Ley de Moore para diseñar sistemas más energéticamente eficientes, sino más rápidos. De hecho, la mayoría de las CPU están en el rango de los 100-130 vatios, la misma que las de hace dos o tres generaciones. Es cierto, que muchos fabricantes han sido bastante efectivos en integrar más CPU y sockets de memoria en espacios más pequeños. Esto, trasladado a un servidor de gama alta puede fácilmente consumir de 600 a 700 vatios, mientras que los equipos blade consumen de cuatro a cinco kilovatios. Y esto constituye un problema para muchos centros con sistemas legacy, donde su diseño tradicional puede alcanzar un consumo eléctrico de 100 a 200 vatios por metro cuadrado, o quizás de dos a cuatro kilovatios por rack cuando se tiene espacio en los pasillos, pues aumentan las necesidades de refrigeración del espacio.

Construir un eco-CPD
Dado que ahora el imperativo en todas las compañías es reducir los gastos, disminuir el consumo energético, se ha convertido en una prioridad. Por ello, muchas organizaciones públicas y privadas han decidido construir nuevos centros de datos, que incluyen sus propios generadores de electricidad en algunos casos. Tanto es así que Pike Research afirma que el mercado mundial para centros de datos “verdes” pasará de mover un volumen de negocio de 17.100 millones de dólares en 2012 a 45.400 millones en 2016, creciendo a un ritmo anual del 28%.

Para mejorar la eficiencia de las infraestructuras, los expertos recomiendan actualizar sus CPD con servidores que tengan procesadores multi-core y más capacidad de memoria; mainframes o sistemas RISC con sistemas Unix; appliances de hardware como Netezza o Oracle Exadata; redes LAN con switches a 10 Gb para conducir el tráfico servidor a servidor pues tienen mayor ancho de banda y menor latencia; redes WAN para cubrir las necesidades de dispositivos móviles y aplicaciones cloud; y sistemas de almacenamiento distribuido con discos de estado sólido o arrays scale-out.

Sin embargo, no todas las empresas tienen recursos humanos y económicos para diseñar y construir un centro de datos nuevo, por ello, se recomienda crear CPD modulares, los llamados data-centers-in a-box, que usan contenedores estándar de 20 o 40 metros, y están diseñados para infraestructuras de alta densidad. Es cierto que suelen estar dirigidos a un uso temporal, pero son muy eficientes ya que el espacio (pequeño) que ocupan está casi completamente lleno de equipos por lo que no malgastan energía de refrigeración en los pasillos o en los espacios de trabajo.

Por otro lado, muchos operadores de CPD están experimentando con fuentes de energías renovables e innovadoras técnicas de refrigeración para disminuir el consumo energético, pero también con tecnologías de virtualización y cloud computing. La virtualización ayuda a mejorar la eficiencia energética al comprimir la capacidad computacional en menos hardware; y el cloud, ofrece eficiencias a través de economías de escala. No obstante, avisa Eric Woods, director de Pike Research, que no hay una única tecnología o modelo de diseño que haga un CPD verde, pues estos centros están conectados a una mayor transformación que comprende “innovación técnica, mejoras operacionales, nuevos principios de diseño, cambios en las relaciones entre el departamento de TI y la parte de negocio, y modificaciones en la cadena de suministro”.

¿Qué papel juegan los CIO en el control de los residuos electrónicos?
Una de las responsabilidades de los CIO es controlar la eliminación de los dispositivos electrónicos, que puede llevar a cabo mediante las siguientes acciones:
Políticas de residuos electrónicos: Los CIO son responsables de la gestión del ciclo de vida de los productos, por tanto, con políticas adecuadas de esta gestión pueden minimizar los residuos electrónicos.
Adquisiciones razonables de TI: Al hacer compras de TI, considerar por adelantado cómo la eliminación de esos productos será gestionada puede ayudar a reducir los desechos electrónicos y reducir los costes de su manejo.
Equilibrar el consumo: Adoptar políticas de compra con la longevidad en mente ayudará a los CIO a extender los ciclos de vida de los activos por el simple uso de equipo por más tiempo.
Reutilización: Las compras que permiten la mezcla y combinación de componentes como por ejemplo, cables de alimentación, discos duros y periféricos, pueden maximizar la reutilización de equipos, prolongar los ciclos de vida y reducir los residuos electrónicos.
Reciclar: Los CIO pueden contratar empresas que recogen excedentes de equipos, realizan procesos de eliminación segura de datos, renuevan equipos, desmontan componentes electrónicos para recuperar materiales reciclables, o manejan desechos peligrosos.
Concienciación: Los CIO pueden utilizar su influencia para llegar a los empleados y a los miembros de su organización y educarles acerca de la necesidad de reducir los residuos.

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Redacción

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