Jesús Midón es director general de Esker Ibérica
Hace ya tiempo que los Centros de Servicios Compartidos (Shares Services Center, SSC) superaron su originaria razón de ser en torno al ERP, como unidad catalizadora de toda la información administrativa y reguladora de los procesos estándar para toda la organización.
Con el tiempo sus funciones empezaron a extenderse a tareas mucho más diversas y estratégicas, y de hecho Accenture señala que el 75% de las compañías del ranking Fortune 500 han establecido Centros de Servicios Compartidos que tienen a su cargo tareas como Finanzas, Recursos Humanos, Cadena de Suministro y TI. Pero todavía hay una tercera vía.
Podríamos definir los Servicios Compartidos, tal como los entendemos actualmente, como una estrategia que distribuye los recursos y funciones tecnológicas de una organización entre diferentes grupos, a fin de que éstos participen de ellos, saquen el provecho que necesitan y contribuyan a su coste y mantenimiento en función de su uso.
La organización reduce costes a nivel global, mientras que cada departamento sabe dónde tiene lo que necesita. Paralelamente, las empresas apuestan hoy por el Cloud Computing como una forma de poner en común las aplicaciones y la información de forma eficiente a través de Internet, si se trata de nubes públicas, o de una intranet, si hablamos de nubes privadas.
En ambos casos, la implantación es más rápida y, por otro lado, las empresas se aseguran un ROI más rápido. Parece fácil entonces deducir que, por su propia naturaleza, Servicios Compartidos y Cloud Computing son dos conceptos nacidos para entenderse. De hecho, su integración es el paso decisivo que permitirá a los SSC convertirse en el centro neurálgico de la gestión empresarial, concentrando las inversiones en tecnología y facilitando la toma de decisiones.
Básicamente, un entorno de Servicios Compartidos en la Nube ofrece la posibilidad de poner los recursos al alcance de toda la organización en un mismo sitio, a fin de hacer más transparentes y eficientes todos los procesos de reconocimiento, validación y flujos de trabajo. Todo ello en un entorno basado en web, simple y fácil de aprender. Si vamos al caso particular del departamento contable de una empresa, el hecho de contar con un SSC automatizado bajo demanda ofrece la posibilidad de ver e introducir las facturas remotamente y de acceder a ellas 24x7x365 desde cualquier punto. Asimismo permite expandir las herramientas de flujo de trabajo a todas las localizaciones de la empresa. Puede trabajar con múltiples ERP y supone, claramente, una menor inversión en recursos y aplicaciones en el propio departamento.
En definitiva, si compartir recursos es una tendencia lógica para las organizaciones que necesitan obtener verdadero rendimiento de todos sus activos –tecnología, know how, procesos…-, hacerlo vía Cloud potencia la capacidad de acceder a todo ello verdaderamente en cualquier momento y lugar, de forma más ágil, fiable y transparente, pero además con menos inversión. No en vano, si compartir es saber, la Nube es hoy el mejor lugar donde reunir sabiduría.
