La nueva era digital en la que estamos inmersos, donde de forma progresiva la integración con Redes Sociales, Movilidad, Big Data y Cloud está calando en las grandes empresas, promete un nuevo paradigma donde el modo de relacionarse, la accesibilidad y la información fluirán de una manera más flexible, rápida y personalizada.
Sin embargo, los sistemas de las grandes compañías pertenecen a la generación anterior a la era digital y se encuentran con un gran problema para materializar los beneficios esperados: sus datos core se encuentran en sistemas propietarios de difícil acceso.
Tradicionalmente este problema se resolvió durante la era de Internet implantando una Arquitectura de Integración que convertía las transacciones de los sistemas legacy en servicios accesibles desde una plataforma Web, pero este modelo no es suficiente para la nueva era digital porque:
- Hay una dificultad para reutilizar los servicios existentes. Es frecuente la necesidad de tener que desarrollar funciones ad-hoc en los sistemas legacy para acceder a los datos con el coste que conlleva.
- La estructura de los datos típicamente relacional limita la forma de acceder a los mismos y nos obliga a copiarlos en otras estructuras para realizar informes o aplicar analítica avanzada.
- El volumen de accesos a los datos (aunque sea vía servicios) se incrementa significativamente debido a la explosión de canales digitales, incrementando además el factor de consulta vs. actualización exponencialmente. Los sistemas legacy o bien no están preparados para este incremento de carga o bien el coste es significativo comparado con otras plataformas de menor coste y facilidad para escalar horizontalmente.
- No podemos incorporar/combinar información no estructurada.
¿Qué podemos hacer para salir de este punto muerto?
La primera opción es evidente pero poco viable; migrar los sistemas legacy a una nueva plataforma pensada para el mundo digital. Sin embargo, existe otra opción que actualmente empieza a coger fuerza: replicar los datos en tiempo real en una plataforma especializada para la nueva era digital.
De esta manera, mantenemos los sistemas legacy dando servicio a los canales y procesos tradicionales y en tiempo real (sin afectar sensiblemente a la producción de los sistemas legacy) se replica los datos a una base de datos (tradicional y/o no tradicional) situada en una plataforma especializada donde no tendríamos los inconvenientes ni limitaciones anteriormente descritos. La base de datos replicada podrá además usarse tanto para aplicaciones operacionales como informacionales utilizando la opción tradicional (relacional) como no tradicional (no relacional) según sea más adecuado.
Más adelante, además de implantar las aplicaciones digitales, podríamos mover cierta carga de los sistemas legacy invocada por los canales tradicionales a la plataforma digital (como por ejemplo las consultas más usadas) y de esta manera a la vez que se reduce la carga en los sistemas legacy podríamos mejorar el nivel de servicio aumentando la disponibilidad, reduciendo los tiempos de respuesta e incluso permitiendo consultas más complejas.
Finalmente, una vez establecida la solución, se podría plantear lo que hasta ahora lo veíamos poco viable; migrar los sistemas legacy a una nueva plataforma pensada para el mundo digital aprovechando la disponibilidad de los datos en la nueva plataforma. Casi con total seguridad las soluciones de Replicación de Datos en tiempo real basadas en técnicas de lectura de logs (Change Data Capture) serán un middleware crítico para ofrecer productos y servicios digitales con un coste eficiente.