El mainframe se enfrenta a grandes retos en estos momentos, pero ninguno de ellos tiene que ver con su obsolescencia o caducidad. Estos sistemas se han transformado en piezas angulares de los nuevos escenarios de negocio de muchas empresas. Ahora mismo, hay un interés renovado de los responsables de los departamentos de tecnología de las grandes organizaciones hacia estos sistemas por sus características, únicas, de capacidad de procesamiento y robustez, factores clave para conseguir el respaldo tecnológico que cualquier negocio necesita en el nuevo entorno digital económico.
Las cargas de trabajo del mainframe se incrementan de manera continuada. El consumo de MIPS sigue en aumento y todo indica que esta progresión se mantendrá durante los próximos años. Se prevé que, anualmente, se sumen cinco millones de líneas de código de aplicaciones mainframe a las más de 220 mil millones existentes actualmente.
Las razones de estos crecimientos son consecuencia de las nuevas tecnologías y usos que se hacen de ellas en el entorno de los negocios. La eclosión de las aplicaciones móviles, redes sociales, e-commerce, el Business Intelligence, o el Big Data, están haciendo crecer la carga de trabajo del mainframe y no existe otro sistema capaz de ofrecer la confianza, seguridad y escalabilidad que ofrece un ordenador central.
En definitiva, asistimos a un nuevo enfoque en el mercado del mainframe debido a los cambios disruptivos que la economía digital está creando. Un claro ejemplo de esta situación es el entorno financiero. Poder ofrecer a los clientes capacidad para operar a través de sus dispositivos móviles se ha convertido en vital para la banca, y además con la certeza de que las aplicaciones funcionen sin errores y sin tiempo de inactividad. En consecuencia, los bancos deben de procesar miles de millones de transacciones diariamente e involucrando una cantidad inmensa de datos. Y el mainframe es la única plataforma capaz de manejar estos volúmenes.
Otra de las afirmaciones que siempre han rodeado a los entornos mainframe es su alto coste. Sin embargo, existen estudios y análisis que demuestran, no sólo lo desmienten, sino que además aporta un valor que otro tipo de sistemas no pueden satisfacer.
De hecho, y ateniéndonos, por ejemplo, a los análisis del Dr. Howard Rubin, reconocido experto en economía de la tecnología, en las empresas, la potencia de cálculo se ha duplicado en los últimos años y los costes de las organizaciones que han afrontado esta demanda utilizando servidores se han incrementado un 63% más que las que usan sistemas mainframes. Igualmente, las empresas que usan entornos mainframe, obtienen diez dólares por cada uno que invierten en tecnología. Esta proporción de 8,22 dólares para las organizaciones que utilizan servidores.
No cabe duda de que en esta revolución digital a la que asistimos, el mainframe, lejos de haberse visto arrinconado ha renacido como un elemento clave para soportar los negocios. Ahora bien, las empresas han de enfrentarse al reto que supone la jubilación de los responsables de estos sistemas. Es necesario, disponer de herramientas que permitan a la nueva generación de jóvenes profesionales, hacerse cargo de estos sistemas, con interfaces sencillos e intuitivos, eliminando así la necesidad de una formación o un reciclaje intensivo en esta tecnología.
Desde Compuware, estamos convencidos de que las organizaciones más innovadoras serán las que tengan éxito en la nueva economía digital, y aunque, parezca paradójico, la innovación pasa por el mainframe.
