También comparto Google Docs a través de Gmail. En la redacción trabajamos con Microsoft Office 365 y tenemos acceso a las herramientas tanto desde el PC como del smartphone basado en Android. El ámbito de las tecnologías es mestizo, multidispositivo y multiaplicativo. Un paisaje marcado por su caracter híbrido y las soluciones propietarias no hacen sino contradecir una realidad abierta y colaborativa. Sin embargo, el dispositivo más codiciado, los gadgets más valorados vienen de un mundo propietario y exclusivo.
Apple representa a la élite que aspira a distinguirse del resto de los mortales, a través de un iWatch, un iPad o un iPhone. Existe una mística a su alrededor, a la que los acólitos se han entregado sin condiciones, con la distinción como su seña de identidad. Pueden pasar una noche sin dormir a la intemperie, guardando cola para ser los primeros en acariciar el último lanzamiento de la firma de la manzana. Saldrán en Twitter mostrando con orgullo en un selfie su trofeo, e incluso serán entrevistados por un medio de prensa general para que cuenten al mundo su experiencia ‘pionera’. Siempre se ha dicho que los periodistas y, especialmente, los blogueros hacemos el juego a empresas con ‘glamour’ como Google, Apple o Samsung.
Corremos el riesgo de alinearnos con tal o cual marca, en función de que marquen tendencia o dirijan el timón de la innovación. Y debo reconocer que hay empresas que me resultan más simpáticas que otras, ya sea por el mensaje que trasladan al mercado, por su política de comunicación o por su actitud ante sus clientes potenciales. Creo que es el momento de no perder el norte, de admirar el trabajo bien hecho, pero también de escoger eclécticamente las herramientas más adecuadas para cumplir con nuestra labor, en el momento y lugar que sea preciso, sacando el máximo partido de la tecnologías, con independencia de una marca o un status. Viva el mestizaje.
