La movilidad inteligente: el nuevo reto de las empresas

Rafael Conde, director del Área de Estrategia, Innovación y Evolución Tecnológica.

Publicado el 12 May 2016

Rafa Conde

Por primera vez, el tiempo de acceso a medios digitales utilizado en dispositivos móviles ha superado al empleado en el PC (53% frente a 47%), según datos del informe sociedad de la información en España. En la actualidad cada vez existen más dispositivos con acceso a internet, como el coche o el reloj, que favorece la expansión del fenómeno de la movilidad.

En un contexto tan competitivo y con tantas opciones de desarrollo, la movilidad no se puede reducir a un sistema con prestaciones limitadas, como la mera posibilidad de estar conectado en cualquier parte y en todo momento. El concepto debe de ir mucho más allá para ofrecer al usuario algo más. La movilidad debe transformarse en un ecosistema sustentado en cuatro pilares: independencia, comunicación, información e inteligencia. Esos cuatro pilares son inseparables.

La mayor parte de las empresas son conscientes de los cambios y de la rapidez de los mismos, pero están demandando servicios tecnológicos de calidad y confianza que les permita adaptarse a ellos, sin que les suponga una pérdida de tracción en su ámbito de negocio. Hoy en día una empresa que no tiene su web adaptada a los distintos dispositivos o no ofrece sus contenidos en multipantalla, están perdiendo una gran cantidad de ingresos que la pueden desplazar del mercado.

En este contexto, la primera pata de la movilidad es la independencia. Cualquier gestión se puede realizar desde un dispositivo. La segunda es la comunicación, es decir, la movilidad implica estar siempre conectado, lo que significa que el usuario puede acceder en el momento a todo lo que pasa a su alrededor.

El tercer pilar es la información que el usuario genera. A través de la geolocalización, las compras y la interacción en RRSS, toda la información queda recogida en el dispositivo. Un ejemplo práctico puede ser que el móvil recuerde al usuario que es el cumpleaños de su madre y que el año pasado le compró flores. En base a eso, el propio móvil le recomienda una planta con descuento en un local cercano.

La última pata de la movilidad es la Inteligencia. El verdadero reto de la movilidad es su capacidad para ser inteligente, aportar mucho más, no es suficiente con la recopilación de información, esta debe ser útil para el usuario, es decir, que el dispositivo la analice y genere en función del estilo de vida del usuario.

La movilidad debe diferenciarse gracias a la inteligencia, que es la que realmente aporta algo nuevo, es la que facilita la vida al usuario al ahorrarle el trabajo de la toma de decisiones. Ya no se limita a recopilar toda la información para que el usuario decida, si no que da un paso más, le da la solución más adecuada su personalidad y circunstancias.

Muy pronto se verán dispositivos que sustituirán todo lo que podemos llevar en los bolsillos: tarjetas de crédito, documentos de identificación, llaves. Cualquier trámite se realizará en cualquier momento, desde cualquier sitio. Y lo mejor será cuando el propio dispositivo llegue a ser un auténtico asistente personal que conozca, no solo tus gustos sino lo que te va a gustar. Cualquier dispositivo cercano a las personas y siempre conectado dispondrá de más información de la que nosotros mismos somos capaces de suponer. El móvil será un órgano vital más.

En este sentido, los avances más importantes en movilidad para el próximo año serán los pagos con el dispositivo, los nuevos wearables y todo al abanico de posibilidades que abren; televisión conectada, drones, coches y casas inteligentes. Todos estos avances deben sustentarse en la movilidad inteligente. Como consecuencia, serán los elementos principales que configuren las SmartCities.

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Redacción

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