¿Cómo nació MMM?
M. R. D.: El origen de MMM (Manufactura Moderna de Metales) se encuentra en Barcelona en el año 1944, aunque no fue hasta 1954 cuando la empresa abordó la industria del automóvil, para la que diseñamos y fabricamos tubos y a la que nos dedicamos de pleno en la actualidad. Otra fecha importante fue la temporada 2006-2007, cuando MMM realizó un proceso de internacionalización estableciendo su primera planta fuera de España. El lugar de destino fue Turda, en Rumanía, donde hemos crecido verticalmente abriendo otra planta dedicada a la distribución de nuestro producto. También estamos presentes en Rusia, concretamente en la ciudad de Togliatti a la que llegamos en 2012. Para 2018, inauguraremos nuestra sucursal en México y comenzaremos a encarar la apertura de una nueva planta en China.
¿Cuál es la facturación actual de MMM?
M. R. D.: En el último ejercicio fiscal MMM ha facturado 60 millones de euros a nivel global. Aunque la mayoría de productos no se fabriquen en nuestra planta de España, aquí es donde está la sede central, y por tanto, donde facturamos la mayor parte de ellos. Mirando a más largo plazo, para 2020 pretendemos que MMM alcance los 100 millones de euros de facturación.
¿Cuáles son sus principales clientes?
M. R. D.: Nuestro target es por entero el sector de la Automoción, por tanto, nuestros clientes son los principales fabricantes de coches como: Renault, Peugeot, Volkswagen, Audi, Nissan,… De esta manera, somos lo que se denomina una compañía Tier 1, suministramos componentes directamente a los fabricantes. Aunque en ocasiones, también trabajamos en el ámbito Tier 2 con los proveedores de fabricantes, como Webauto.
¿Cuándo y por qué decidieron en MMM implantar el software de gestión de IFS?
M. R. D.: En MMM arrancamos con el ERP IFS Applications en diciembre de 2014. El software con el que trabajamos anteriormente se quedó completamente obsoleto para las crecientes necesidades del mercado, nos frenaba en muchas operaciones y ya no admitía actualizaciones. Después de examinar a muchos proveedores, nos decidimos por IFS debido al carácter ‘friendly’ e intuitivo de su software; aprendiendo a usar una parte del programa puedes deducir cómo funciona la otra.
¿Contaron con integradores o partners de IFS para implantar el ERP?
M. R. D.: Para implementar el software no necesitamos integradores ni partners. Desde IFS nos instalaron el servidor en la empresa y fueron sus consultores los que desde nuestra sede en España durante varios meses proporcionaron formación a los empleados sobre la herramienta. Aprender a utilizar el ERP no fue difícil, lo complicado era compaginar el aprendizaje con el trabajo diario que teníamos en MMM, ya que conocer bien una herramienta como esta requiere tiempo, del cual normalmente no disponemos.