Hace veinte años la primera generación de redes inalámbricas no se consideraba una necesidad, pero la tecnología ha evolucionado hasta tal punto que es obligatorio contar con una red inalámbrica estable en muchos edificios, algo que resulta tan imprescindible para una empresa viable como los ordenadores y los smartphones. Organizaciones de diversos sectores han sido testigos de un espectacular aumento en las velocidades de red necesarias para funcionar de forma eficiente. Dichas organizaciones engloban entornos de oficina, fábricas, centros educativos y campus universitarios, así como hospitales.
El mercado de redes de área local inalámbrica (WLAN) para empresas lo dominan ahora los puntos de acceso 802.11ac (Wi-Fi 5), que constituían prácticamente el 87 % de las ventas de puntos de acceso para empresas hacia finales de 2019, según el informe trimestral de datos mundiales de IDC.
En 2013 se presentó la norma IEEE 802.11ac y en 2015 se introdujeron mejoras en la Wave 2. Esas mejoras en la Wave 2 incluyen MIMO multiusuario, que permite que un único punto de acceso inalámbrico envíe datos a varios dispositivos wifi a la vez, además de un ancho de banda de canal de 160 MHz adicional. Las mejoras también supusieron potenciar la velocidad del Wi-Fi 5, permitiendo así velocidades teóricas de hasta 6,9 Gb/s, en comparación con la de 1,3 Gb/s de la Wave 1.
A pesar de esas mejoras en la tecnología 802.11ac, muchos entornos con una densidad mayor y aplicaciones de gran ancho de banda plantean necesidades que no se pueden satisfacer. Por ejemplo, los estadios deportivos, los aeropuertos y las universidades requieren una red Wi-Fi mejorada capaz de gestionar inmensos volúmenes de tráfico. También existe una creciente presión por desconectar ciertos dispositivos de gran ancho de banda que actualmente requieren de Ethernet con cable, como los dispositivos de realidad virtual o aumentada, el vídeo 4K u 8K, y otras aplicaciones de videoconferencia.
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La introducción de Wi-Fi 6
IEEE 802.11ax (Wi-Fi 6) está en condiciones de satisfacer las nuevas demandas de una cobertura de mayor densidad, un ancho de banda superior y miles de millones de dispositivos adicionales conectados al IoT. La norma 802.11ax lleva siete años en proceso y su ratificación está prevista en octubre de 2020. No obstante, los router para Wi-Fi 6 ya están disponibles, en 2019 se presentó una primera versión de ellos y la segunda versión y los sistemas mallados llegarán este año.
Wi-Fi 6 no consiste en una pequeña mejora repetitiva. Los consiguientes cambios aportarán grandes ventajas a las empresas y otras aplicaciones empresariales:
· La conexión Wi-Fi 6 llegará a cuadriplicar las velocidades de transmisión medias de los clientes en áreas densas, alcanzando velocidades de transmisión de datos máximas teóricas de 10 Gb/s e incluso superiores.
· Wi-Fi 6 emplea una tecnología denominada tecnología de acceso múltiple por división de frecuencias ortogonales (OFDMA), que permite que un mayor número de usuarios con distintos requisitos de ancho de banda se conecten a un mismo punto de acceso a la vez. Eso aliviará los problemas de red que se producen en áreas sumamente congestionadas.
· La conexión Wi-Fi 6 contribuirá a un consumo de energía más eficiente, lo que resulta especialmente importante en el caso de las aplicaciones para IoT. Wi-Fi 6 utilizará un modo de ahorro de energía denominado tiempo de activación objetivo (TWT) que permite que los dispositivos determinen en qué momento activarse para enviar o recibir datos, lo que ayuda a ahorrar energía y reduce la congestión.
· Wi-Fi 6 funcionará en las bandas de 5 GHz y 2,4 GHz, aumentando así su alcance. A pesar de que Wi-Fi 5 mejoró considerablemente el rendimiento inalámbrico respecto a la tecnología Wi-Fi 4, ofrece un rango de cobertura reducido debido a que la longitud de onda en la banda de frecuencia de 5 GHz es menor. Una longitud de onda inferior implica que la señal tiene más problemas para traspasar paredes o mobiliario, por lo que hay que acercarse más al punto de acceso inalámbrico a fin de obtener una buena calidad de señal.
Planificar los sistemas de cable presentes y futuros
Con el fin de obtener el rendimiento que prometen Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6, los organismos responsables de la elaboración de normas recomiendan usar un mínimo de dos cables Cat 6A por cada punto de acceso inalámbrico, lo que proporcionará velocidades de transmisión datos superiores y mayor potencia, al tiempo que simplifica las ampliaciones futuras.
El informe técnico ISO/IEC TR-24704 recomienda colocar un punto de acceso inalámbrico en una serie de celdas hexagonales ajustadas que no tenga más de 12 metros de radio y cuyas tomas estén lo más próximas posible al centro de la celda. TIA TSB-162-A recomienda usar un diseño de celda uniforme de 18,3 metros, con los dos cables Cat 6A conectados a cada una de las celdas. La distancia entre el panel de interconexión y la toma del equipo (el enlace permanente) no debe ser superior a 80 metros, tal como se muestra en la Tabla 2. El diseño de canal de la Tabla 2 es el que ofrece la mayor probabilidad de alcanzar las velocidades teóricas descritas en las especificaciones de las normas.
¿Cómo se integra la tecnología 5G en la empresa?
Mucho se ha oído en los medios de comunicación acerca de la llegada de las mejoras móviles de tecnología 5G y su impacto en las redes inalámbricas. No cabe duda de que la tecnología 5G aportará inmensos beneficios a determinadas aplicaciones. No obstante, la implantación de la tecnología 5G será lenta y ayudará poco en la sustitución de la conexión Wi-Fi de empresa en los próximos diez años.
Esto se debe a varias razones. En primer lugar, la instalación de la tecnología 5G en la banda baja o banda media podrá dar cobertura a espacios interiores, pero esas ofertas no cumplirán las grandes promesas de rendimiento que conlleva la tecnología 5G de onda milimétrica (mmWave). Dado que la mmWave funciona a frecuencias que no pueden traspasar puertas, cristales ni esquinas, cualquier red 5G interior en el espectro de mmWave probablemente necesite un considerable número de antenas integradas para cubrir cada rincón de cada sala.
El despliegue de la tecnología 5G también requerirá importantes inversiones de capital para instalar todos los componentes electrónicos de la tecnología 5G, por lo que esta no se instalará a menos que pueda obtenerse una rentabilidad de dicha inversión. En el caso de las empresas, resultará caro acondicionar dispositivos como ordenadores portátiles, impresoras, cámaras de seguridad y proyectores con chips 5G.
5G ofrecerá, indudablemente, un mejor servicio para los usuarios de teléfonos y aplicaciones móviles. Sin embargo, debido al coste, muchos usuarios móviles continuarán cambiando de sus planes de datos móviles a la red Wi-Fi cuando sea posible.
Comenzaremos a ver proyectos de 5G en lugares como estadios deportivos y áreas urbanas de gran densidad
No obstante, la conexión Wi-Fi seguirá siendo una opción de peso para lugares con una mayor densidad de dispositivos, como estadios, aeropuertos y centros comerciales. De hecho, los puntos de acceso Wi-Fi público continuarán creciendo notablemente, hasta alcanzar los casi 549 millones a nivel mundial de aquí a 2022 en comparación con los 124 millones de 2017, según el informe Visual Networking Index de Cisco.
¿Qué viene después de Wi-Fi 6?
Aunque aún se encuentra en una fase muy temprana de desarrollo, la IEEE aprobó recientemente un grupo de trabajo para definir en qué consistirá la conexión Wi-Fi 7. Es probable que la norma IEEE P802.11be WLAN de velocidad de transmisión sumamente alta soporte operaciones de Ethernet inalámbrico en las frecuencias de banda de 1 GHz, 2,4 GHz, 5 GHz, 6 GHz y 7,25 GHz, con una velocidad de transmisión máxima de 30 Gb/s. Duplicará las secuencias espaciales de 8 a 16 e incluirá mejoras del protocolo MIMO. Quedan al menos unos cuatro o cinco años para su publicación. La conexión Wi-Fi continúa evolucionando e, incluso a pesar de los importantes despliegues de 5G en los próximos años seguirá teniendo una fuerte presencia en las redes de empresa durante muchas generaciones.