Hoy pasa a mejor vida, en términos informáticos, el mítico navegador Internet Explorer. La razón es que Microsoft, su creador, deja de dar soporte a esta aplicación. En concreto, la compañía fundada por Bill Gates cancela el soporte para la versión 11 de Explorer. Era una muerte anunciada desde mediados del año pasado.
En su lugar, Microsoft continúa dando la batalla en el ámbito de los navegadores con Edge, que, según la compañía ofrece más seguridad (tiene parches de seguridad en cuestión de horas, y no de días) y garantiza la compatibilidad tanto con sitios web como con aplicaciones actuales y antiguas.
En cualquier caso, en la última década el mercado de navegadores ha cambiado mucho, y el predominio de Microsoft Explorer, que data de 1994 y que protagonizó una guerra contra el pionero Netscape a finales de los años 90, ha desaparecido totalmente.
Según datos de StatCounter recopilados por Statista, hoy Chrome, el navegador de Google, es el dominador claro, con un 67% de cuota, seguido a mucha distancia por Edge (10%), Safari (9%) y Firefox (casi un 8%). Mientras tanto, Internet Explorer mantiene una cuota testimonial del 0,8%.
Chrome es, de hecho, el navegador web para escritorio favorito de los internautas de todo el mundo desde mediados de 2012, y subió fuertemente hasta 2018, y desde ese momento se ha mantenido en cuotas que rondan el 70%.