Índice de temas
El low code es la democratización de la programación
¿Qué es low code? En términos generales se puede traducir como con poco código o programación. Un sistema que erradica la programación complicada y se sustituye por una interfaz gráfica de usuario con objetos visuales predefinidos y plantillas que simplifican la puesta en marcha de las aplicaciones.
Aunque el mundo de la programación crece a buen ritmo, un 6% por año, se estima que el crecimiento del low code lo hace cuatro veces más rápido. Esto es debido a que es una tecnología que, si bien está muy consolidada, aún no tiene la universalidad que goza el sector en su faceta más tradicional, lo que se traduce en un rápido crecimiento.
La compañía de desarrollo de software Low Code, Velneo ha detallado las principales tendencias que veremos en los próximos meses en el campo del low code y analizado cómo afrontarán los diferentes retos, lo que pone de relieve su importancia en el desarrollo tecnológico de los próximos años.
1. No Code y Low Code serán uno
Hace unos años la frontera entre el No Code y el Low Code estaba muy delineada, pero conforme avanza el tiempo, los lenguajes de programación sin código frente a los de poco código cada vez están más cerca. Esto es debido a que cuando un No Code se va desarrollando llega un momento en el que exige picar algo de código. Por otro lado, las soluciones Low Code cada vez tienen más elementos No Code, haciendo que la cantidad de código sea menor.
En el medio, la convergencia, que es justo donde se dirige el mercado. Por ello, cada vez nos encontramos soluciones híbridas NoCode/LowCode que tienen una barrera de entrada menor y con una curva de aprendizaje y unas posibilidades mucho mayores.
Esto se está viendo no sólo en funcionalidades, incluso en las propias interfaces de las aplicaciones matriz y de las aplicaciones que se pueden crear con esta tecnología.
2. El reto de Phyton
El lenguaje de programación Phyton lleva años siendo muy popular, pero en los últimos meses ha tenido un gran crecimiento en cuanto a su uso. Aunque JavaScript se mantiene por delante, Phyton ya aparece en algunas encuestas en segundo puesto según su uso. Esto se debe a que Phyton se ha ganado un puesto en todo proyecto que tenga que ver con Inteligencia Artificial o con Machine Learning, y ambas corrientes no podían estar más de moda.
El reto del Low Code está en conseguir las mínimas fricciones posibles entre las soluciones de Low Code y las aplicaciones de estas dos ramas, aunque las integraciones son en general una de las grandes fortalezas de la tecnología Low Code. Hoy se consiguen integraciones muy satisfactorias entre nuevas tecnologías y el mundo del Low Code, desde el propio Machine Learning en aplicaciones hasta RFID en aplicaciones de logística.
3. Low Code para la creación de microservicios
Otra tendencia que veremos los próximos meses en el área del desarrollo de aplicaciones, especialmente empresariales, es la creación de microservicios, es decir de pequeñas aplicaciones que hagan muy pocas cosas, pero muy rápido y muy bien, y que sean muy escalables.
El Low Code tiene mucho que decir a la hora de desarrollar estos microservicios, ya que las puntas de lanza de esta tecnología son el ahorro de tiempo y el despliegue rápido que, en el caso de este tipo de aplicaciones de microservicios, es aún mayor. Este punto tiene dos lecturas, por un lado, las propias empresas creando microservicios que les son útiles para superar barreras del día a día y, por otro lado, todo un segmento de mercado como son las startups creando soluciones de mercado súper específicas para problemas muy concretos.
4. Los desarrolladores quieren trabajar con Low Code
Esta afirmación sería impensable hace unos años, pero según las últimas encuestas* un 56% de los desarrolladores trabaja con Low Code o le gustaría hacerlo.
Esto obedece a varios factores, entre los que destacan que la tecnología Low Code es muy madura (algunas soluciones llevan casi 20 años en el sector) y que el factor tiempo se ha vuelto aún más importante en los equipos de desarrollo, siendo más prácticos a la hora de elegir soluciones.
Esto ha supuesto un cambio de tendencia ya que, hace una década, los desarrolladores solían reusar el Low Code porque no tenían confianza en él. Parece que esta barrera de entrada en el ámbito más profesional está derribada.
5. Integraciones con terceros
Toda plataforma de Low Code debe hablar con otras aplicaciones, cuantas más en cantidad y más variadas sean, mejor. Esto supone una fortaleza y una debilidad a la vez, porque si bien hace que el desarrollo sea mucho más rápido al eliminar fricciones y muchas horas de desarrollo en integraciones manuales, cada vez hay más aplicaciones en más verticales, entrando nuevas soluciones desbancando a otras a una velocidad de vértigo y para poder seguir el ritmo, hay que estar actualizado.
Lo importante no es sólo que una aplicación Low Code se integre de forma nativa con los grandes de su sector, sino que también debe integrarse con los grandes players integradores como son Make o Zapier y, con ello, abrir las puertas a cientos de integraciones sin esfuerzo.
6. Empresas a dos velocidades
Frente a las startups y proyectos SaaS con soluciones innovadoras perviven las empresas más tradicionales, con un grado de adopción de tecnología muy diferente. Mientras que para unas el AI o el Machine Learning es algo prioritario, el principal reto de la inmensa mayoría de empresas de todos los niveles, sectores y tamaños sigue siendo la digitalización.
Aquí el Low Code tiene mucho que aportar también, ya que puede aportar soluciones muy personalizadas con un coste de desarrollo más bajo que la programación tradicional y, además, con unos tiempos mucho más ajustados. Por ejemplo, gracias al Low Code una empresa puede crear su ERP en un plazo mucho menor y con un presupuesto más ajustado, siendo el producto final de una calidad excelente.
7. Una apuesta de las grandes
Dado el grado de madurez de las plataformas de Low Code y su uso cada vez más extendido, las grandes tecnológicas están apostando por la integración de estas compañías. Google dio el pistoletazo de salida en 2020 cuando adquirió Vertex AI, una compañía de Low Code para aplicaciones de Inteligencia Artificial que, si bien no está copando el mercado, es una clara apuesta por parte de una de las tecnológicas más poderosas del mundo para hacerse un hueco en este mercado.