La llegada de servicios móviles que integran una amplia gama de servicios Internet cambiará la tradicional aproximación al mercado de los operadores de móviles para dar paso a una nueva gama de funciones que les llevarán a integrar la totalidad de cadena de valor.
En concreto, la redefinición de su papel pasará de una mera función de carrier -donde el acceso a Internet móvil será considerado como una commodity- a integrar funciones como la de proveedor de servicios, aplicaciones o de contenidos, principalmente. El proveedor de acceso móvil ha de saber redefinir su valor y la clave estará en cómo lograrlo para evitar la marginación, señala Jorge Delrío, director UMTS Solutions España de Nortel Networks.
Para el directivo de Nortel, los principales retos operativos que tendrá que afrontar el operador serán la reducción de riesgos en las inversiones a través de alianzas con otros operadores, proveedores tecnológicos o compañías punteras en otros sectores de mercado, reducir los costes de negocio (marketing, crecimiento, etc.), asegurar las inversiones tecnológicas a largo plazo buscando siempre la interoperabilidad de las infraestructuras o el cuidado en la definición de la política de introducción de servicios que le permita brindar valor añadido a sus clientes.
Otro de los aspectos que deberán tener en cuenta los operadores de móviles serán las aplicaciones, uno de los principales factores de éxito. En opinión de Delrío, en este campo jugará un papel de primer orden la posibilidad de personalización, tanto de las aplicaciones como de los servicios, por parte de cada cliente.
La personalización, cuyo primer paso se centrará en la interfaz, implicará una variedad en los terminales, generación dinámica de contenidos, portabilidad de la experiencia Internet entre distintas redes y terminales, flexibilidad de cara al cliente y bajo coste en la gestión y mantenimiento. Por su parte, los servicios ofertados tendrán una dependencia directa con su localización geográfica.
Los especialistas consideran que en un plazo de dos años el papel del operador habrá redefinido -de hecho ya lo está haciendo- su función avanzando hacia áreas que incluirán el comercio electrónico con servicios financieros, comerciales, o de información. Para ello, los operadores recurrirán especialmente a las alianzas con sectores económicos tradicionales como bancos, medios de comunicación, comercio, entidades deportivas, etc.
Además, la llegada al mercado de la tecnología WAP y la próxima de GPRS en primer lugar, y posteriormente UMTS, servirán de plazos límites para que las compañías tradicionales asuman sus nuevos roles en el sector de las telecomunicaciones del futuro.
