El año 2001 será de especial importancia para que las grandes firmas de telecomunicaciones adapten sus modelos organizativos a la nueva situación de un mercado que estará dominado por la creciente importancia de los servicios corporativos y de la venta de capacidad de ancho de banda al por mayor, según revela un informe de la consultora The Yankee Group.
Los carriers que sobrevivan más allá del año 2001 serán aquellos que se hayan desecho de sus unidades de negocios menos rentables o se hayan reestructurado para alcanzar un máximo nivel de crecimiento en los ingresos y beneficios. Tendrán que ser claros en su mensaje al mercado y centrar sus estrategias. Probablemente serán carriers que no intenten ofrecer toda una gama de servicios a todos los clientes, apunta Camille Mendler, director del servicio de Comunicaciones Convergentes en Europa.
El informe de The Yankee Group apunta que los carriers que, como Viatel o Interoute, ya han realizado esta reestructuración son los que se encuentran en una situación más airosa. Así, mientras que el primero de ellos se ha centrado en los grandes clientes, Interoute se ha desprendido de su negocio de voz de pequeñas compañías en favor de su negocio de venta de capacidad a gran escala.
El informe apunta que parte de las razones de esta situación se encuentran en la euforia que hace apenas dos años experimentó el mercado por invertir en todo tipo de infraestructuras y negocios, mientras que los beneficios se veían como algo a largo plazo. Lo que diferencia al mercado actual de la situación de hace un año es que hoy algunos carriers ven su supervivencia amenazada por un mercado que demanda rentabilidad, alto nivel de ingresos y especialización en los servicios, apunta Audrey Mandela, consultor independiente de telecomunicaciones.
Como solución, muchos operadores miran con entusiasmo un modelo de financiación amparado en los suministradores de equipos de redes, donde estos se convirtieran en socios financieros, además de tecnológicos.
