El coste de UMTS no impedirá su despegue

Aquellas operadoras de reducidas dimensiones con licencia UMTS que sean incapaces de alcanzar cuotas de mercado del 25 por ciento en sus ámbitos de operación no sobrevivirán, según el informe presentado por Durlacher.

Publicado el 20 Mar 2001

A pesar de que los elevados precios que las operadoras tendrán que desembolsar por las licencias de tercera generación de telefonía móvil en Europa -hasta 120.000 millones de euros- un informe del grupo inversor Durlacher considera que esto no servirá para paralizar un mercado que tiene enormes posibilidades de desarrollo.

Durlacher espera que en el año 2005 el coste de las licencias se haya incorporado a los modelos de negocio y los mercados de valores -que están inflingiendo un severo castigo a los operadores- hayan superado estos miedos.

Sin embargo, el proceso también dejará sus víctimas. De hecho, aquellas operadoras de reducidas dimensiones con licencia UMTS que sean incapaces de alcanzar cuotas de mercado del 25 por ciento en sus ámbitos de operación no sobrevivirán.

Durlacher también considera que el mercado de aplicaciones y servicios de Internet a través del móvil será uno de los segmentos con mayor crecimiento, alcanzando los 76.000 millones de euros en el año 2005, si bien limita su proyección a que las redes UMTS estén desplegada a principios de 2003. De esta forma, el valor generado por este tipo de servicios, que crecerá a una tasa anual del 72 por ciento, representará el 45 por ciento de todos los ingresos producidos por la telefonía móvil (170.000 millones de euros) en Europa para 2005.

Aún así, el consumidor europeo tendrá que esperar entre cuatro y cinco años para experimentar mediante su dispositivo móvil la reproducción en directo (streaming) de audio o películas corta con una calidad aceptable debido a que la mayoría de las redes no alcanzará un ancho de banda real de 40 Kbps hasta comienzos de 2003, cuando el ancho de banda prometido por UMTS es de 2 Mbps. Será después de 2008 cuando desaparezcan este tipo de limitaciones con la introducción de la llamada cuarta generación de móviles (tecnología basada en nuevos esquemas de modulación denominados OFDM, que permiten separar los canales de envío en un entorno multired).

Además, la disponibilidad de equipamiento adecuado será fundamental para el desarrollo de los servicios y aplicaciones móviles. Por ejemplo, baterías de alta capacidad y pantallas en color se constituirán en elementos claves. En este sentido, el mercado verá la irrupción en Europa de los fabricantes japoneses y coreanos, debido a que, según Durlacher, los proveedores europeos se han convertido en un cuello de botella por los retrasos en que han incurrido en el desarrollo de productos de nueva generación.

Otro aspecto a destacar será el papel que ha de jugar GPRS, cuyas aplicaciones inicialmente desarrolladas para WAP comenzarán a generar ingresos significativos cuando se produzca la verdadera explosión de GPRS, previsiblemente a mediados de 2002.

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Redacción Computing

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