A pesar de que siempre se ha dicho que Europa, junto a Japón, encabezaba el liderazgo mundial en el sector de la telefonía móvil, hay quien considera que la ventaja del Viejo Continente sobre los Estados Unidos no es más que un mito.
Aunque la primacía de Europa en cuanto a la penetración del uso de dispositivos móviles no se puede poner en duda, últimamente se apunta que Estados Unidos lidera -superando claramente a Europa- la utilización de las aplicaciones móviles a través de las que se puede conseguir una ventaja empresarial competitiva, según pone de relieve un estudio realizado por la consultora Concours Group.
En términos de grandes compañías que hacen uso de esta tecnología inalámbrica, en Estados Unidos se está produciendo una mayor actividad y existen cuotas más elevadas de integración de las aplicaciones móviles en las grandes corporaciones, afirma Espen Andersen, director de investigación de Concours Group en Europa y coautor del estudio.
Un ejemplo claro de esta tendencia es el grupo inversor estadounidense Fidelity, que en 1998 ofreció más de 55.000 terminales móviles a sus clientes con el objetivo de mantenerles informados sobre los precios de las acciones bursátiles. Europa está esperando a contar con una infraestructura tecnológica antes de desarrollar todo tipo de aplicaciones a diferencia de los estadounidenses, que se han puesto manos a la obra y encabezan este segmento, señaló Andersen.
Sólo el 40 por ciento de los usuarios europeos utilizarán la tercera generación de servicios móviles en el año 2005, así que los clientes van a tener que hacer frente a una mezcla de diferentes entornos tecnológicos si desean continuar en la vanguardia de la telefonía móvil, señaló el directivo de Concours Group. De hecho, en el pasado Congreso Mundial GSM se puso de manifiesto que los retrasos que acechaban al despliegue de la tercera generación de móviles se podrían incluso alargar y ya hay quien hablaba de que hasta el año 2003-2004 no se asentaría de forma definitiva.
