Como proveedor de infraestructura de telefonía móvil es como gusta definir a Juan Giró, consejero delegado de Bucle 21, a su compañía, que pretende convertirse en referente y pionera en un sector donde la crisis está generando la aparición de nuevas formas de negocio. El objetivo no es otro que poner a disposición de los operadores móviles existentes una infraestructura básica compartida -emplazamiento, torres, antenas, seguridad, provisión de energía, etc.-, que les permita externalizar esta parte de su negocio, a la vez que Bucle 21 se encargaría de realizar la gestión de las mismas. Juan Giró señala el cambio de mentalidad que se está produciendo entre los operadores de telecomunicaciones los operadores ya no consideran estratégico ser los propietarios de los emplazamientos y se habla de compartir infraestructuras.
Aunque desde Bucle 21 se es consciente de que centrarse en los operadores móviles es un sector limitado -sólo hay tres operativos y un cuarto (Xfera) a la espera-, su apuesta pasa por la necesidad de aumentar la cobertura de la red actual GSM/GPRS -que no existe en áreas donde la rentabilidad no es muy alta- a través de un modelo de infraestructura compartida en el que Bucle 21 construiría la torre y los operadores aportarían sus equipos. Es más, en las zonas con infraestructura ya desplegada el plan de la compañía -constituida el pasado verano- pasa por comprar -ya ha iniciado conversaciones con los operadores móviles- parte de los activos de red de los proveedores móviles. De esta forma liberan parte de la inversión realizando plusvalía y a Bucle 21 le permite un crecimiento más rápido, señala Giró.
Precisamente, hace escasas fechas han aparecido rumores sobre la posibilidad de que Amena estuviera planteándose esta posibilidad.
Para Juan Giró aún existen zonas en España que no están cubiertas con GSM/GPRS y que los usuarios están demandando que se cubran. Además, luego con la llegada de la tercera generación, no sólo se hablará de compartir un primer nivel de infraestructura (emplazamientos), sino que se está hablando de compartir mucho más (equipos de acceso), además de que con UMTS habrá que ampliar el número de emplazamientos. Lo que sucede es que en Europa aún está por ver qué modelo para compartir infraestructuras se adopta, apunta Giró, que considera que de no existir un modelo de empresa como Bucle 21 existiría un excesivo número de emplazamientos y unos mayores costos, tanto de inversión como de mantenimiento. Así, el directivo de Bucle 21 apunta que en esta fase inicial de compartir emplazamientos, las reducciones de inversiones para una operadora de telefonía móvil podrían rondar el 15 por ciento, si bien en otros niveles de compartición futuros podrían rondar incluso el 40 por ciento.
Para llevar a cabo el desarrollo de su negocio, Bucle 21 tiene previsto realizar una inversión que alcanzará los 100.000 millones de pesetas (600 millones de euros) en los próximos cinco años, consiguiendo cuatro años después de estar operativos un EBITDA positivo. La compañía cuenta con el respaldo económico de sus socios fundadores, encabezados por Amper, además de 3i y MCH como fondos de inversión.
Por el momento, Bucle 21 ha solicitado ya una licencia de tipo C1, que le permitirá ser propietarios de emplazamientos y ofrecer transmisión a los operadores clientes.
Giró considera que en España puede haber actualmente unos 25.000 emplazamientos de los que aproximadamente algo más de la mitad son torretas y el resto antenas. El objetivo de Bucle 21 es ampliar la cobertura geográfica -que no de población ya que ésta prácticamente cubierta- al menos un 10 por ciento -si bien en algunas zonas podría aumentar- para lo que se apostará más por la instalación de torres, lo que, según estimaciones del propio Giró, podría suponer unos 20 millones de pesetas (120.000 euros) de inversión por cada una de ellas.
