Baigorri considera que el camino inevitable de los operadores de móviles será compartir infraestructuras -se podrían ahorrar entre un 40 y 50 por ciento-, sobre todo en zonas no urbanas o localidades con menos de 200.000 habitantes. De hecho, la aparición de empresas como Bucle21 o Tradia responden la necesidad de ahorro y mejora de gestión de las operadoras.
En un ámbito más de negocio, Javier Baigorri prevé un panorama de alrededor de cinco operadores a nivel mundial y destaca la posición de Vodafone por su presencia mundial, de Telefónica por su escas deuda y su fuerte presencia en Latinoamérica y Telecom Italia, que no entró en la locura de las subastas de UMTS.
En el mercado de la telefonía fija, Baigorri considera que es más fácil que se produzca la concentración a largo plazo debido a que son compañías muy basada en márgenes. En este sentido, destaca el comportamiento de Telefónica que ha resistido la competencia en términos de cuota de mercado a través de un marketing que ha sabido transmitir el mensaje al consumidor fomentando inclusolas llamadas.
De ahí la decisión de operadoras como Jazztel, BT o Uni2 de migrar hacia un mercado corporativo donde no sólo se compite por precio sino que los servicios de valor añadido adquieren mayor importancia.
Aunque Baigorri considera que la apertura del bucle local ha de cambiar la situación también considera que su liberalización conlleva muchas trabas. De ahí, que varios operadores hayan retirado sus solicitudes de acceso a muchas centrales tanto por problemas económicos como por la desconfianza que genera el modelo que ofrece esa liberalización.
Los aspectos claves para que los operadores logren sacar el máximo rendimiento a la tercera generación de telefonía móvil en Europa se centrarán en ofrecer unos terminales más atractivos y, sobre todo, en saber explicar el uso de servicios de datos de forma sencilla, explica Javier Baigorri, socio de la consultora Diamond Cluster.
En cuanto a los terminales, las operadoras deberán comenzar a familiarizar al usuario aumentando en un primer momento la actual gama existente de GPRS e igulando su coste a los actuales de GSM. Precisamente, GPRS permitirá a los operadores adquirir experiencia de cara al usuario, sobre todo con la llegada de WAP sobre GPRS, que ofrecerá mucha mayor velocidad de transmisión que sobre GSM.
Para Javier Baigorri, los servicios en los que se tendrá que basar UMTS llegarán de la mano de GPRS, principalmente con e-mail en el móvil, además de mensajes cortos para lo que será necesario que los terminales incorporen nuevos interfaces y facilidades como traducción de voz a texto. Luego llegarán los MMS (mensajes multimedia), o transmisión de vídeo o archivos MP3.
Precisamente, uno de las claves residirán en los terminales UMTS cuyo precio estima que se moverá, en un principio, entre 500 y 800 euros para el operador (83.190 y 133.000 pesetas). La incógnita reside en al subvención aunque creo que el operador optará a determinados vólumenes de consumo por cliente. Al final no es más que una cuestión de en cuánto tiempo se recupera la inversión, apunta Baigorri.
Según sus estimaciones será a finales de 2002 cuando estén disponibles redes y los primeros terminales precomerciales para ser probados con garantías. Luego, ya a finales de 2003, la tecnología de las redes será más estable y habrá un pequeño número de terminales en el mercado, aunque a precios elevados.
Aún así, el socio de Diamond Cluster no duda de que el futuro de la telefonía móvil está en UMTS, el problema será cúando estará disponible y cómo se va a producir la transición tecnológica. Sin embargo, de lo que también está seguro es de que la velocidad de transmisión de UMTS se reducirá hasta 64 Kbps de media desde los teóricos 2 Mbps, aunque en determinadas zonas urbanas o de negocio podría oscilar entre 100 y 200 Kbps.
