Con un mercado de líneas ADSL que ha experimentado un crecimiento meteórico en los últimos meses, pocos dudan que el futuro de la banda ancha en España sea liderado por la popularización de esta tecnología.
Actualmente, el número de líneas ADSL desplegadas en toda España se elevan hasta 480.000, de las que, en todo caso, el Grupo Telefónica controla el 75 por ciento del mercado, lo que supone hoy en día alrededor de 370.000 líneas. El otro 25 por ciento se lo reparten entre el resto de operadores que cuentan con una oferta de servicio ADSL.
Sin embargo, si no de forma directa, Telefónica -que ha adaptado la mayoría de sus centrales para soportar ya ADSL- controla el total de las líneas porque ese 25 por ciento que se encuentra en manos de los operadores está siendo ofrecido en primera instancia por la operadora dominante, que revende este servicio al resto como consecuencia de la presencia masiva con que aún cuenta en el bucle local. Los consiguientes retrasos en su apertura están permitiendo a la operadora hacerse con una cuota de mercado que posteriormente será complicado que las compañías alternativas le puedan restar.
Sin embargo, uno de los datos más destacados es el porcentaje de clientes empresariales que se decanta por la instalación de este tipo de líneas. Según datos facilitados por Telefónica, el 40 por ciento de las líneas son corporativas, lo que supone una excelente acogida por parte del sector empresarial. Por su parte, el porcentaje de pymes que cuenta con esta tecnología de banda ancha se elevaría ya al 20 por ciento, consecuencia lógica si se tiene en cuenta que empresas de mayor tamaño optarán por tecnologías que permitan mayor capacidad en sus comunicaciones.
Aunque hay expertos que dudan sobre estas previsiones, la idea de Telefónica de España es conseguir un millón de usuarios para el año 2003.
El crecimiento de esta tecnología a lo largo de este año ha sido espectacular ya que Telefónica inició el año con apenas 50.000 líneas instaladas después de un periodo inicial caracterizado por que los usuarios tuvieron que soportar un largo periodo desde que se solicitaba hasta su instalación. A lo largo del presente año la tendencia se ha ido confirmando hasta alcanzar las 160.000 líneas el pasado mes de julio.
Un papel fundamental lo jugó la autorización por parte del Gobierno para que Telefónica de España pudiera vender servicios ADSL al usuario final a finales de agosto, además de las últimas ofertas navideñas de Terra.
Por su parte, la banda ancha aportada por los operadores de cable queda reducida a un segundo término comparado con la oferta ADSL. A fecha de 30 septiembre -últimos datos oficiales- Ono contaba con 29.301 líneas de banda ancha, mientras que eran otros 41.870 clientes a través de la línea convencional.
En el caso de los operadores reunidos en la Agrupación de Operadores de Cable (AOC), la distinción se hace más complicada. Con una base global de 400.000 clientes globales en septiembre del pasado año, alrededor de 175.000 son los que tienen contratado servicios de Internet, de los que la mayor parte no utilizan un servicio de banda ancha sino que optan por el convencional.
En su descargo hay que citar que su despliegue es más lento, a pesar de que, por ejemplo, las compañías de la AOC ya han cubierto más del 30 por ciento del total de los hogares existentes en sus demarcaciones, alcanzando 3,1 millones de hogares de los 8,6 que componen su territorio.
Además, desde la AOC se apunta que el precio de los servicios de banda ancha a por medio del módem de cable llegar a ser, en algunos casos, casi la mitad que los ofrecidos en el caso de ADSL.
