Una vez superados los problemas económicos que condujeron a la quiebra al carrier de carriers Teleglobe, la filial española ha reorientado su estrategia con una oferta destinada únicamente al mercado de wholesale y estructurada en tres tipos de productos: voz, roaming y servicios de datos sobre IP. Aunque la filial española de Teleglobe no se vio afectada por la quiebra a la que tuvo que acogerse el operador canadiense y sus filiales europeas, se decidió un giro estratégico evitando el mercado corporativo, que anteriormente sí tenía cabida en su catálogo de soluciones, para centrarse principalmente en el segmento de los operadores e ISPs con necesidades de conexión internacional.
Teleglobe cuenta con una base de clientes en España entre los que destacan grandes operadores como Auna, Comunitel o Telefónica que le ha permitido cerrar el pasado ejercicio 2002 con una facturación de 40 millones de euros, según explicó a COMPUTING Eugenio Pradas, director general de Teleglobe. Las previsiones para el presente año apuntan a un crecimiento hasta alcanzar los 47 millones de euros de ingresos.
Además, la posición de la compañía en España se ha visto reforzada recientemente con la firma de un acuerdo por tres años con Auna por valor de 11 millones de dólares por el que Teleglobe vende capacidad IP al operador presidido por Luis Alberto Salazar-Simpson, a la vez que tiene acceso a la red de Auna en España.
La filial española de Teleglobe mantiene presencia comercial en Madrid y Barcelona y, a pesar de que evitó declararse en quiebra, también se vio afectada por la crisis del mercado reduciendo personal hasta disponer actualmente de una plantilla de 11 empleados.
Recientemente Teleglobe anunció la formalización de la adquisición de la compañía por parte de las compañías de inversión TLGB Acquisition, filial de Cerberus Capital Management, y de TenX Capital Partners a BCE, anterior propietario de Teleglobe. La operación, aprobada por las autoridades canadienses y estadounidenses, fue valorada inicialmente en 165 millones de dólares.
Tras declararse en quiebra el pasado mes de mayo, Teleglobe se acogió a la protección de las leyes canadienses y comenzó una reestructuración de su negocio, lo que finalmente ha permitido la venta de su negocio a TLGB. En su plan de reorganización, Teleglobe decidió vender su anillo suramericano, si bien mantiene sus operaciones en el resto del mundo, lo que no impidió que cediera parte de sus clientes: desde los 1.600 antes de la quiebra hasta los 1.100 de que dispone en la actualidad.
Teleglobe busca su relanzamiento en el mercado de wholesale
La operadora centra su actividad en el área de los operadores e ISP, donde recientemente firmó un acuerdo con Auna.
Publicado el 14 May 2003
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