Algo se mueve en el área de la telefonía móvil y no es precisamente la 3ª Generación. En la pasada feria de Cannes ya se vieron algunos terminales móviles que integraban Wi-Fi con IP y hace apenas un mes PeopleCall lanzaba en España el primer servicio comercial de voz basado en esta tecnología. El recientemente lanzamiento de Telefónica Móviles ratifica la senda de la integración con Wi-Fi, si bien para voz sobre Wi-Fi habrá que esperan algo más.
El mercado ha comenzado a hablar de las posibilidades de este sistema y eso que, a diferencia de UMTS, no cuenta con el respaldo mayoritario de los operadores ni de la industria de las telecomunicaciones. Demasiada inversión en juego para que ahora venga una tecnología que podría poner en jaque los ingresos de los operadores móviles.
La combinación de Wi-Fi con IP se perfila como el camino más rápido a la hora de alcanzar la convergencia entre los entornos fijo y móvil. De ahí la apuesta de algunos operadores fijos han realizado por un sistema que se presenta como salida lógica al mundo móvil sin tener que depender de acuerdos con operadores móviles ni figurar nunca mejor dicho porque no pasan de eso- en la lista de los pocos rentables operadores móviles virtuales.
Un informe de Forrester Research incide en que será a partir de 2007 cuando habrá en el mercado una amplia gama de dispositivos comerciales Wi-Fi con IP que tendrán unas características muy similares a los actuales teléfonos GSM/GPRS. Aunque actualmente ya existen en el mercado terminales con características Wi-Fi con IP, como demuestra que Nokia combinara Wi-Fi con GSM en su Communicator 9500, HP en iPAQ h6315 y Siemens en su terminal SX66, lo cierto es que en mayoría son más PDAs que teléfonos, lo que limita su difusión a un mercado más profesional y, sobre todo, aumenta su precio de forma considerable. La apuesta de PeopleCall abrió el camino a terminales con diseño más de teléfono móvil que de PDA de la mano del fabricante estadounidense UTStarcom comercializándolo a un precio de 140 euros.
En Estados Unidos la experiencia de aunar telefonía Wi-Fi con GSM está más avanzada que en Europa. De hecho, T-Mobile USA y Cingular Wireless cuentan con servicios que Wi-Fi a través de una red de puntos de acceso. La filial alemana, que dispone de teléfonos que soportan voz y datos, señaló recientemente que 450.000 clientes recurrieron a su servicio Wi-Fi durante los pasados tres meses. En Europa, la experiencia de los operadores móviles con Wi-Fi se limita a Telia HomeRun, mientras que Vodafone lanzó este servicio en España mediante un acuerdo con Kubi Wireless con presencia en hoteles, salas VIP de Spanair- y en Alemania a través de su filial D2, pero en ambos casos de forma sigilosa.
Ahora, la confirmación de que Telefónica Móviles lanzará próximamente un servicio de Wi-Fi aprovechando la red que la filial de telefonía fija del Grupo está desplegando actualmente y que se prevé aumentar los 2.500 puntos de acceso ratifica las posibilidades de una tecnología que obliga a los operadores móviles a jugar la partida en un terreno en principio no muy favorable.
Aunque por el momento los movimientos de integración de los operadores móviles con Wi-Fi se han reducido al ámbito de los datos, lo cierto es que suponen un primer paso a la hora de la convergencia multitecnología y abren la posibilidad de Wi-Fi para la voz.
El estudio de Forrester apunta buenas y malas noticias en el lanzamiento de servicios Wi-Fi en el ámbito de la telefonía. Entre las ventajas cabe destacar la ampliación de su catálogo de servicio, sobre todo en el ámbito doméstico, ya que hará que muchos usuarios móviles recurran a su terminal inalámbrico a la hora de realizar llamadas de larga distancia. Pero también significaría una reducción en los costes operativos para los operadores frente al enrutamiento tradicional del tráfico de voz y datos. Además, el tráfico que fuera por Wi-Fi permitiría dejar liberar capacidad en sus redes GSM/GPRS/UMTS en lugares potenciales de congestión. La tercera gran ventaja es que los terminales integrados Wi-Fi/GSM abren la puerta a los datos, favoreciendo los ingresos derivados de este tipo de tráfico.
Por el contrario, el peligro de un posible declive en el ARPU (ingresos medios por cliente) debido a que los usuarios pudieran recurrir a Wi-Fi más barato- para realizar buena parte de sus llamadas en vez de recurrir a la red celular; y una posible pérdida en la calidad de la comunicación, ya que en muchos casos no hay un operador que se responsabilice de este materia, son los dos grandes obstáculos a salvar. Por eso, para curarse en salud, los operadores que comercialicen estos servicios como es el caso de Telefónica Móviles- optarán por brindar esta oferta de forma independiente a su servicio celular.