Nadie duda que la voz sobre IP se está convirtiendo en un estándar de facto para la voz en el mercado, no sólo corporativo sino también residencial, hasta el punto de que ha conseguido subir en un mismo barco tanto a clientes como a proveedores de servicios y, por supuesto, a suministradores de equipos.
No ha sido tarea fácil si se tiene en cuenta que el concepto lleva en el aire más de un lustro. Sin embargo, ha sido ahora cuando la confluencia de determinados factores ha abierto la espita de la generalización de la voz sobre IP: la propia demanda generada por los clientes, inmersos en sempiternos ahorros de costes; el empuje de los operadores alternativos, conscientes de que la única oportunidad que tienen consiste en buscarle las cosquillas al dominante con tecnologías alternativas; y desde un punto de vista tecnológica, la madurez de los sistemas de VoIP y la solidez de las soluciones convergentes basadas en IP. A todo esto hay que añadir que, a muchas empresas, después de haber amortizado la inversión realizada en equipamiento TDM, les toca renovar sistemas, y los equipos VoIP se han convertido en una solución muy válida.
Con una clara migración hacia la VoIP en entornos cableado, ahora la mirada se dirige hacia los entornos móviles, donde a diferencia del fijo, los precios de llamadas especialmente en comunicaciones de fijo a móvil- se mantienen elevados debido a la interconexión y al roaming, una partida que para muchos responsables de comunicaciones es difícil de contener.
Escaneando posibles oportunidades de mercado, algunos proveedores de sistemas de voz sobre IP han propuesto a sus clientes la inclusión de sistemas softphone en sus dispositivos móviles incluyendo portátiles, solución que según algunos expertos se estaría traduciendo en ahorros que alcanzan incluso el 50 por ciento. Con una voz sobre IP que utiliza los cantos de sirena del coste cero para atraer a los usuarios, los operadores móviles han visto presagios de tormenta en un momento en que luchan por sacar adelante el compromiso y la inversión realizada en los entornos 3G. Por eso, muchos de ellos preparan a marchar forzadas soluciones integradas que permitan ofrecer a sus clientes corporativos llamadas a bajo coste para grupo cerrados de usuarios, complementadas con líneas fijas de VoIP y servicios móviles de datos y correo electrónico móvil.
Para rizar el rizo, aunque lejos aún de la consolidación, está comenzando a tomar cuerpo la idea de explotar al máximo las ventajas de Wi-Fi. Si esta tecnología inalámbrica permite la conexión a Internet, porqué no ir un paso más allá y optar a voz sobre IP a través de Wi-Fi, una alternativa muy atractiva a los ojos de determinadas áreas de mercado, como aquellos usuarios con elevadas exigencias en movilidad.
Un reciente informe del Observatorio de Wireless de Iber-X, desvela la existencia de más de casi 8.000 puntos de acceso Wi-Fi en las ciudades españolas de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, con casi 600 nodos comerciales con garantía de acceso, a los que abría que sumar los existentes en otras poblaciones propiciados por instituciones y organismos de carácter local. El potencial combinado de todos estos puntos de acceso es enorme, sobre todo si se tiene en cuenta que aún falta por llegar WiMAX, cuya cobertura es mayor.
Un informe elaborado por Infonetics Research cifró en 8.000 unidades las ventas de terminales duales Wi-Fi en 2004 sólo estuvieron disponibles el último trimestre del año-, la punta del iceberg de un negocio que se espera que crezca a marchas forzadas al menos hasta el año 2009, especialmente en sectores. Más allá se sitúan las previsiones de ABI Research, que auguran que ese año se comercializarán más de 100 millones de teléfonos duales.
No es extraño que muchos operadores hayan decidido cubrirse las espaldas con significativos movimientos que denotan cierta inquietud. El más llamativo ha sido el reciente posicionamiento de Telefónica en Iberbanda, una compañía que empezó atada al LMDS, y logró sobrevivir transformando su apuesta inicial por WiMAX. Además, la operadora española desarrolla su apuesta Wi-Fi a través de su filial de fijo, Telefónica de España, pero siempre mirando de reojo a su subsidiaria de móviles. Vodafone tampoco ha dejado desguarnecido este flanco al suscribir un acuerdo con Kubi Wireless que le permite utilizar la red internacional de puntos de acceso de este operador especializado en tecnología Wi-Fi.
Un informe elaborado por Analysys Research incide en la necesidad que tienen los proveedores para posicionarse ante un posible giro del mercado. La consultora augura que a los operadores móviles no les quedará más remedio que desarrollar acciones de comercialización de paquetes de servicios para los usuarios corporativos que añadan ofertas de numeración para grupos cerrados de usuarios o precios negociados que incluyan sustanciales rebajas. Opciones de mensajería instantánea, aplicaciones como push to talk también deberían ser tenidas en cuenta.