El próximo mes de marzo, los operadores están obligados a cobrar las llamadas por segundos y no por tramos, como venía siendo habitual hasta ahora, para que el cliente pague exactamente por lo que consume. Actualmente, el precio por establecimiento de llamada está establecido en 12 céntimos, sin embargo, esa situación cambiará muy pronto, porque los operadores han decidido aumentar sus tarifas, ese es el caso de Telefónica, que las incrementará hasta los 15 céntimos, es decir, un 25 por ciento más, con el objetivo de compensar las posibles pérdidas económicas. No obstante, desde Movistar aseguran que sus ingresos se mantendrán estables, y no sufrirán variaciones significativas.
Por su parte, fuentes de Vodafone y Orange han confirmado que modificarían también sus tarifas de cara a la entrada en vigor de la Ley, pero no han querido revelar más detalles. Mientras tanto, Yoigo, también se sumará previsiblemente a la iniciativa, ya que se encuentra “estudiando la nueva situación”.
La polémica no se ha hecho esperar y las asociaciones de consumidores ya han hecho públicos sus puntos de vista respecto a la decisión tomada por Movistar. Ese es el caso de FACUA, desde donde se denuncia una posible violación de la Ley de Protección de Consumidores, al no respetar sus restricciones y querer “ingresar cantidades similares o incluso superiores a las que generan los redondeos”.